Tras sufrir inundaciones en las calles, los residentes de la ciudad de Jackson, en Mississipi, apenas tienen presión en el agua o no tienen agua en sus casas, después de que las instalaciones principales del tratamiento de agua hayan sufrido problemas. En estos momentos, no hay suficiente agua para tirar de la cisterna o para combatir los incendios forestales, según ha explicado el gobernador.
Por todo ello, el gobernador de Mississippi ha declarado un estado de emergencia en la ciudad más grande del estado y ha pedido a las autoridades estatales que repartan agua a 180.000 residentes.
Lo cierto es que el sistema de agua de la ciudad ha sufrido numerosos reveses desde hace años. En febrero de 2021, una tormenta invernal interrumpió todo el sistema de agua en Jackson, dejando a miles de residentes sin agua durante un mes, justo cuando tenía lugar la pandemia del Covid-19. El lunes, por la noche, los residentes han sufrido lluvias históricas que han aumentado el caudal del río Pearl hasta niveles peligrosos, por lo que se ha anunciado oficialmente que la ciudad ya no puede producir el agua potable. Esto significa que no hay agua para combatir incendios forestales, para tirar de la cisterna y para atender otras necesidades críticas.
Como consecuencia de esta situación, los colegios cambiarán a educación virtual. Al mismo tiempo, es necesario hervir el agua, ya que las autoridades han advertido que el agua no es segura para beber ni para lavarse los dientes siquiera.
“No beban agua”. Es la advertencia que han hecho las autoridades a los residentes en Jackson. “Sea inteligente. Protéjase a sí mismo/a. Proteja a su familia y hierva el agua que vaya a utilizar durante tres minutos”.
Se ha calculado que será necesario suministrar agua a 180.000 residentes, por un tiempo, desconocido. Pero, además de ello, el estado está poniendo en marcha un sistema de tanques de agua para proporcionar agua a los camiones de bomberos, ya que Jackson tampoco puede contar ahora con los hidrantes contra incendios que hay.
Según se ha informado, la planta no tiene la capacidad suficiente como para funcionar.
El gobernador de Jackson ha admitido que le han informado el viernes que probablemente Jackson no podrá disponer de agua corriente en las próximas semanas o meses, si las condiciones no mejoran rápidamente.
El alcalde de Jackson declaró una emergencia por el sistema de agua el lunes, informando que las recientes inundaciones del río Pearl eran las culpables de los problemas de presión en el agua. Por desgracia, mientras se evitaba una crisis, otra acaba de empezar.
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