CANCÚN, Q. ROO.- Este 1 de enero entró en vigor la versión 3.3 de la factura electrónica para los contribuyentes registrados ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El cambio de la versión 3.2 que se manejaba hasta el 31 de diciembre, busca prevenir delitos como fraudes y compra venta de facturas, ya que el SAT impone nuevas reglas para la factura electrónica con la versión 3.3 que sacará del mercado a los evasores de impuestos a partir de 2018.
Para lograrlo dispuso que los Proveedores Autorizados en Certificación (PAC), no puedan timbrar si el RFC de la persona a la que le hacen la factura no está dado de alta en su padrón, y aplica también para quienes tienen un RFC no actualizado.
Los cambios requeridos de igual forma tienen como objetivo unificar la factura, es decir, que no existan textos abiertos sino que todo sea a través de catálogos, advierte Yamilee Dávalos Rosillo, gerente de Facturador Contable en Factuador.com.
“El contribuyente puede describir su actividad, producto o servicio como quiera pero se debe asemejar a una de las descripciones de actividades en el catálogo del SAT, que se compone por más o menos 60 mil productos y contempla una gran variedad de actividades “, mencionó.
De acuerdo con Dávalos Rosillo, las mayores interrogantes de los contribuyentes tienen que ver precisamente con el uso de los catálogos del SAT, por lo que la entidad se vio obligada a establecer un periodo de curva de aprendizaje en su uso (un plazo a junio de 2018) en el que si cometen una equivocación no van a tener ninguna sanción.
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