Obispo de la prelatura Cancún-Chetumal, señalado como cómplice de sacerdote pederasta

CANCÚN, Q. ROO- Pese a la valiente denuncia de Ana Lucía, quien relata que fue víctima de abuso sexual a los 8 años de edad en el Colegio Cumbres de Cancún, por el sacerdote Fernando Martínez, cuando él era director de la escuela perteneciente a los Legionarios de Cristo, los hechos hasta ahora han quedado impunes.

La víctima, hoy ya con 36 años de edad, tomó fortaleza para denunciar a esta escuela u organización delictiva que opera en el Colegio Cumbres de Cancún y en otros estados del país, para abusar sexualmente de niños; desde los años 90 se cometieron los primeros casos de violaciones a niños al amparo de la lectura de la Biblia.


Ana Lucía Salazar, víctima de abusos sexual por parte del cura Fernando Martínez de los Legionarios de Cristo

Ana Lucía relató que casi  destruyen su vida, no sólo la institución sino la sociedad que los defiende, porque tienen una sociedad, hay un cúmulo de gente con poder que de verdad se siente orgulloso de decir yo soy legionario”.

Destacó que desde hace 22 años existen acusaciones contra los Legionarios de Cristo por abuso sexual a niños.

La víctima señala a los curas pederastas como delincuentes, porque no solo fue el padre Martínez, sino la maestra Aurora Morales, toda la gente que estuvo involucrada, que sabía, que fueron sus cómplices porque no dijeron nada”, al enterarse de los casos de abusos sexuales contra niños.

En la lista de cómplices, Ana Lucía señala a Aurora Morales, maestra del Colegio Cumbres quien impartía la clase de Moral. “Ella nos sacaba del salón y nos llevaba a la capilla o a la oficina del director (el sacerdote Fernando Martínez), y nos dejaba ahí para que nos violara”, narra la víctima.

“Todos los veían, los administrativos, todos. Cómo sacaban a las niñas de su salón, nos mandaba a la capilla o nos dejaba en la oficina del padre Martínez. Todos veían que el curita se encerraba con las niñas y luego salían llorando y nadie hacía nada”, señala Ana Lilia, para alertar a los padres que aún tienen hijos estudiando en esos planteles.

Mientras a una la violaban delante de otras, a las demás las tenía sentadas viendo y las ponía a leer la biblia; de esta manera se confirma según la Biblia, que los curas son como lobos rapaces vestidos de ovejas, que pretenden ser castos, pero en relidad son verdaderos abusadores sexuales.

Jorge Bernal Vargas

Salazar también relató que hubo más víctimas, algunas de apenas cuatro años, y que ella y sus padres denunciaron el caso en aquel entonces (1992) al entonces obispo de Cancún, Jorge Bernal Vargas, y al entonces director territorial de los Legionarios en México, el español Eloy Bedia.

“Mis padres fueron con el obispo y el obispo les dijo de que no fueran a denunciar penalmente (…) Eloy Bedia también se citó con mis padres, sí. Él era el representante (de la legión). También habló por separado y junto a otras familias”, añadió Salazar, cuya familia después de estos hechos se tuvo que mudar a Monterrey, mientras que Martínez en 1993 fue finalmente trasladado -sin explicaciones públicas por parte de la legión- a Salamanca.

Jorge Bernal, a quien el episcopado no ha mencionado, fue a hablar con mis padres; les dijo que no pusieran denuncia porque me iba a afectar más a mi, que me iban a señalar y que era mejor que lo dejaran así”, narra Ana Lucía.

Jorge Bernal Vargas, actualmente es obispo emérito de la Prelatura de Cancún-Chetumal.

Papa Benedicto y Jorge Bernal Vargas

Eloy Bedia

A Eloy Bedia se le ha señalado de estar involucrado en los casos, encubrir los delitos, además del desinterés mostrado ante las denuncias. A pesar de esto, la congregación decidió no aceptar la responsabilidad del cura en su informe.

Se ha señalado también la manera en que Bedia trató el caso, prometiendo falsamente, que daría acompañamiento a las víctimas y sus familias, así como retirar el ministerio activo al sacerdote Fernando Martínez, además de ofrecer tratamiento espiritual y humano. En cambio, Martínez fue asignado a otro cargo y se presume que los abusos pudieron repetirse.

También, se expone el desinterés por parte de Eloy Bedia por el bien de los afectados y que nadie se interesó por encontrarlos, hasta que las víctimas se acercaron. Estas actitudes, han motivado que sea señalado como un encubridor del agresor y perpetuador del ambiente de abusos promovido por el fundador de los Legionarios, Marcial Maciel.

El padre Eloy fue quien les dijo a mis padres que había que entender que el padre era hombre y tenía necesidades”, reprocha.

Eloy Bedia

También habla de Luis Garza Medina, sacerdote que en aquel entonces era director territorial y fue quien cambió de estado en estado al padre Fernando Martínez, con conocimiento de los abusos.

Remata señalando que Garza Medina también está acusado de una violación a una adolescente.

Jorge Bernal, Eloy Bedia y Luis Garza siguen siendo parte de la cúpula de los Legionarios de Cristo.

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