Salvador Rangel Mendoza instó al gobierno de Guerrero a entablar un diálogo pacificador con la delincuencia ante la creciente violencia
CHILPANCINGO, Guerrero.- El obispo de la diócesis Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza, llamó a las autoridades de Guerrero a dialogar con grupos de la delincuencia para que éstos expongan qué es lo que piensan y lograr así la pacificación del estado.
“Yo he insistido en que se debe de dialogar con quien sea para lograr un plano de pacificación”, afirmó el religioso en diálogo con reporteros luego de un encuentro con sacerdotes de su diócesis.
Rangel Mendoza señaló que la violencia en la entidad va en aumento y que incluso en lugar donde vive en Chilpancingo, a diario se oyen ráfagas de armas de alto calibre.
“En vez de meter a miles de miembros del ejército mejor meter la inteligencia porque bien sabemos quiénes son los que atacan y dónde están”
Cuando se le preguntó si él estaba dispuesto a dialogar con los grupos de la delincuencia, contestó que una premisa que tienen los integrantes de la iglesia católica es dialogar y escuchar a todos.
“A mí nadie me va a prohibir que platique con uno o con otro como lo haría cualquier ciudadano”, afirmó.
“Yo como obispo tengo todo el derecho de dialogar con quien sea con un fin muy claro que es que cese la violencia, que haya paz, que haya concordia y sobre todo que me respeten a los sacerdotes y a las religiosas”, agregó.
Mencionó que en el caso de los integrantes de la región pastoral donde ofician cuatro obispos y el arzobispo de Acapulco, hay un acuerdo para buscar la paz, y apoyar el diálogo.
Rangel Mendoza reveló que estos cuatro obispos y el Arzobispo de Acapulco han tenido varias reuniones con el Gobernador Héctor Astudillo y con sus colaboradores, a quienes les han pedido que dialoguen con grupos de la delincuencia.
El religioso también se pronunció porque se lleve a cabo una depuración en todos los cuerpos policiacos e incluso en el Ejército, donde, según él, hay infiltrados.
“Yo he dicho varias veces que en vez de meter a miles y miles de miembros del ejército mejor meter la inteligencia porque bien sabemos quiénes son los que atacan y dónde están”, afirmó.
Según el obispo, la mayoría de las personas que han sido asesinadas en Guerrero derivado de la lucha que libran las bandas de delincuentes pertenecía a la Iglesia católica.
“Hace apenas, seis o siete días hubo aquí en Chilpancingo 17 muertos y claro que sí está aumentando la violencia”, dijo el Obispo.
Mencionó que por la zona donde vive (en el fraccionamiento de Las Margaritas, al norte de esta capital) escucha diariamente las descargas de armas de fuego.
“Por ahí, cerca de la autopista se escuchan las descargas de armas de grueso calibre y de todo esto pues hasta un perro se asusta”, mencionó.
Recordó que la semana pasada, dos mujeres ajenas a los grupos criminales sufrieron las consecuencias de la violencia en Chilpancingo, ya que una de ellas resultó herida de bala durante una balacera, y otra que estaba en el mismo lugar dio luz en forma prematura por el susto.
Foto: Arquidiócesis de Morelia
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