Este lunes Nicolás Maduro fue declarado formalmente ganador de las disputadas elecciones presidenciales de Venezuela, apenas un día después de que la oposición política del país y el arraigado Presidente en el poder se adjudicaran la victoria en la contienda.
El Consejo Nacional Electoral declaró la victoria de Maduro y le otorgó un tercer mandato de seis años. Entre los asistentes, los Ministros de Defensa, Comunicaciones, Tecnología y el presidente de la Asamblea Nacional aplaudieron.
“Dormí como un bebé recién nacido porque era un hecho histórico”, dijo Maduro en la ceremonia televisada a nivel nacional.
Las autoridades demoraron la publicación de los recuentos detallados de las elecciones del domingo después de proclamar a Nicolás Maduro como ganador con el 51 por ciento de los votos, en comparación con el 44 por ciento del diplomático retirado Edmundo González. Las afirmaciones contrapuestas generaron un impasse de alto riesgo.
“Nosotros nunca nos hemos movido por el odio. Al contrario, siempre hemos sido víctimas de los poderosos”, dijo Maduro en la ceremonia transmitida a nivel nacional.
“Se está intentando imponer un golpe de Estado en Venezuela nuevamente, de naturaleza fascista y contrarrevolucionaria. Ya conocemos esta película, y esta vez no habrá ningún tipo de debilidad”.
Maduro acusó a enemigos extranjeros no identificados de intentar hackear el sistema electoral.
“No es la primera vez que intentan violar la paz de la república”, dijo ante unos cientos de seguidores en el palacio presidencial. No aportó pruebas para respaldar su afirmación, pero prometió “justicia” para quienes intentan fomentar la violencia en Venezuela.
El titular de ese organismo, Elvis Amoroso, dijo en la ceremonia que los “venezolanos expresaron su voluntad absoluta, eligiendo presidente constitucional” a Maduro y que la elección “se desarrolló en un clima de respeto, paz y participación democrática; aunque algunos pretendieron generar violencia”.
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