La Asociación Civil Club Universidad Nacional, mejor conocida como el equipo de futbol Pumas, asegura “pertenecer” a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a pesar que esta no tiene control de su administración ni de sus finanzas, mismas que están en manos de su misma “Junta Directiva”.
A través de un ambiguo comunicado, esta asociación civil reaccionó a la información que di a conocer durante la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ante este foro nacional, mostré algunos hallazgos del reportaje de Mauricio Romero “La cara desconocida de Pumas” para Aristegui Noticias, publicado en 2019.
Tal como fue indicado en la conferencia, y como es un hecho público (basta con verificar Wikipedia), la UNAM en 1977 separó al equipo de Pumas de su patrimonio y lo entregó a una asociación civil, el “Club Universidad Nacional A. C.”, que tiene personalidad jurídica separada, y que está compuesto de particulares.
Desde entonces, se maneja como un ente separado, al grado que UNAM debe comprarle las entradas (a su propio estadio) que reparte entre su docencia y alumnos, además de pagarle por el uso de una pantalla gigante en el estadio, que pertenece a esta A.C., no a la universidad.
Fiel a su estilo, la reacción por parte de esta asociación civil es convenientemente equívoca: “El Club Universidad Nacional A. C. precisa que los Pumas pertenecen a la UNAM, tal como lo señalan el acta constitutiva y el artículo segundo del Estatuto de la Asociación Civil”.
¿MARCA O EQUIPO?
Primero, al hablar de los “Pumas”, ¿se refieren a la marca o al equipo de futbol o a la propia asociación civil? Es muy posible que, de forma esquiva, hablen de que la marca Pumas sea de la UNAM, esperando que se crea que se refieren al equipo de futbol.
Pero si se refieren al equipo de futbol, ¿dónde está esa acta constitutiva para constatar la veracidad de lo que declaran? Ese es el documento que precisamente la afición gustaría tener, para finalmente tener transparencia en este asunto.
También mencionan sus estatutos, que aunque aquí tampoco es hecho público, sí fue citado en una réplica enviada años a Aristegui Noticias, precisamente por el reportaje que fue citado por mí.
Textualmente: “Sin perseguir fines de lucro la asociación tiene como principal objetivo administrar por el tiempo que así defina la Universidad Nacional Autónoma de México el equipo de futbol de dicha universidad, denominado Club Universidad Nacional A.C. y colaborar material y económicamente con la UNAM para el fomento y desarrollo del futbol universitario (…)”.
En otras palabras, en una tautología absoluta, la asociación administra a la asociación, pues no olvidemos que el equipo es el propio Club Universidad Nacional A. C.
Cabe destacar que, no obstante esta réplica, el periodista Mauricio Romero continuó su trabajo, a través de solicitudes de información, para publicar en 2021 un segundo reportaje, titulado, directamente y sin tapujos: “Pumas no es de la UNAM”, en donde abunda que “Ni los 361 mil alumnos, ni los 41 mil académicos, ni los 5 mil investigadores, ni los 31 mil trabajadores administrativos toman parte del club, el cual prácticamente está bajo posesión de un grupo de personas identificables”.
Se trata de la asamblea de asociados; su “patronato” de membrete, en el que poco más de 350 personas entregan 7 mil pesos anuales (como si eso fuera a mantener a Pumas) y su Junta Directiva.
En este selecto grupo, como se indicó en la mañanera, figuran hijos de rectores, personajes de la política, y hasta un consejero del INE, Ciro Murayama.
¿Por cuánto tiempo más aguantará la afición y los universitarios de esta casa de estudios este continuo juego de ambivalencias y opacidad?
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