Un estudio de la revista Nature Medicine señala que los pacientes con COVID-19 pueden comenzar a expulsar o excretar el coronavirus infeccioso dos o tres días antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Las medidas de control y propagación de la infección se basan en el tiempo transcurrido entre los casos en una cadena de transmisión y el periodo de incubación.
Si el intervalo en serie es menor que el período de incubación, esto indica que la transmisión puede haber ocurrido antes de que se desarrollen síntomas y que, por lo tanto, las medidas de control que se están aplicado podrían no ser las correctas.
Investigadores recogieron muestras de la garganta de pacientes desde el momento en que aparecieron los síntomas hasta 32 días después y descubrieron que los enfermos tenían la mayor carga viral al comienzo de los síntomas.
En un estudio paralelo basado en datos públicos disponibles, los científicos analizaron los perfiles de contagio del COVID-19 de 77 parejas de pacientes con un claro vínculo epidemiológico, es decir, con una alta probabilidad de que uno hubiera infectado al otro.
A partir de estos datos, los investigadores dedujeron que el contagio se había producido entre dos y tres días antes de que aparecieran los síntomas.
El estudio utiliza el recuerdo de los pacientes del inicio de los síntomas, lo que puede sesgar la información.
La pandemia de COVID-19 ha provocado la muerte de 126 mil 539 personas en todo el mundo, además de que el número de contagios se aproxima a los dos millones, con un millón 979 mil 477 casos.
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