Paola Espinosa ha asistido a los Juegos Olímpicos desde el 2004. Para Beijing 2008, logró colgarse su primera presea, lo hizo desde la plataforma de 10 metros, junto a Tatiana Ortiz, y se quedó con el bronce. Cuatro años después, en Londres obtuvo la medalla de plata en clavado sincronizado en la plataforma de 10 metros, junto a Alejandra Orozco. Para Río 2016, lo más alto que llegó fue al cuarto puesto en la prueba individual.
Además de las medallas en JJ. OO., la clavadista mexicana presume metales en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos y Mundiales de clavados. El año pasado se le entregó el Premio Nacional del Deporte por su trayectoria deportiva, y no es para menos. Sin embargo, Paola tiene en la mira a Tokio 2020 (2021), no porque necesite probar su talento de nuevo, sino por el deseo de que su hija la vea en un podio olímpico.
“Ya no tengo que demostrar nada, he hecho una carrera bonita, tengo una trayectoria reconocida por gente de otros países y quiero hacerlo porque me gusta, con la ilusión de que mi hija me vea en el podio de los Juegos Olímpicos“, mencionó en entrevista para EFE.
Que los Juegos de Tokio se hayan aplazado para el siguiente año le afectó en lo anímico. Venía de de ganar el bronce en saltos desde el trampolín de 3m sincronizados en los Mundiales del 2019 en Gwangju, Corea, junto a Melany Hernández.
“Fue un golpe duro. Nos iba bien a Melany y a mí, seguimos entre las mejores del mundo, ganamos el Campeonato Nacional, teníamos una buena racha y esto del cambio significa replantear mi vida y mis metas”, explicó.
Paola no ha podido consolidarse individualmente en unos Juegos Olímpcios, Tokio será su última oportunidad, aunque para los sincronizados, se muestra confiada y con trabajo constante le puede otorgar otra medalla a México.
“En sincronizados visualizo una competencia fuerte, buena de mi parte con Melany. A los jueces les gusta nuestra forma de tirar y eso es difícil de lograr en un deporte de apreciación. En Tokio quiero pelear hasta el último clavado”, expresó.
¿Cómo la ha pasado Paola en la cuarentena por el COVID-19?
“Hago rutinas en la caminadora, con mancuernas, ejercicios abdominales, isométricos y trabajo la flexibilidad. Me estiro para cuidar la salud de la espalda y así me mantengo activa hasta regresar a la alberca. Me lo paso increíble con la niña, hacemos manualidades, cocinamos, bailamos, cantamos; en el momento que empiezo a hacer ejercicios está conmigo. Se han vuelto diferentes los día”, puntualizó.
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