GINEBRA, SUIZA.- Naciones Unidas espera la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca con cautela, pero también una justificada preocupación.
El Presidente electo quien ha señalado en el pasado que la ONU es un club social en donde la gente se la pasa bien, ha amenazado con retirarle el apoyo económico de Estados Unidos, su principal donador.
“En el caso específico de Estados Unidos, creo que es importante tener un enfoque cauteloso, esperar y ver lo que será la política efectiva de la nueva Administración en relación a la ONU”, dijo a Grupo REFORMA Pablo Pinheiro presidente de la Comisión de Investigación de la ONU para Siria.
Sin embargo, hay quienes consideran que más allá del retiro del apoyo económico de Washington, el descrédito y los comentarios banales del próximo Mandatario estadounidense dañan el sistema multilateral.
“Yo espero que no triunfe una postura aislacionista extrema norteamericana, porque no se trata solamente de quitarle fondos al organismo sino de privarse de un foro multilateral en donde Estados Unidos puede perseguir sus intereses a través de las vías pacíficas en concordancia con el resto del mundo”, expresó a este medio Juan Méndez quien hasta hace poco fungiera como relator especial de la ONU sobre la Tortura.
Méndez también consideró que las amenazas de Washington podrían intimidar a la organización internacional y hacer que sus decisiones fueran distintas de lo que serían en otras condiciones.
Otros integrantes del organismo, la mayoría de los cuales prefieren permanecer en el anonimato, no ocultan su miedo a la actitud de “Estados Unidos primero” que ha caracterizado la campaña del magnate.
“Si el país más poderoso del mundo retira su cuota al organismo, me imagino que muchos otros lo seguirían, sería la excusa perfecta para dejar de pagar.
Sin embargo, afirmó, existe otro escenario más grave: quizá Trump como el líder de la potencia mundial que más contribuye y acostumbrado a hacer transacciones basado en su poder económico, trate de imponer su propia agenda y dictarle el rumbo a la ONU siguiendo sus propios intereses.
Foto: Agencia Reforma
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