Cancún.- De forma lenta e insidiosa, los distintos gobiernos de Benito Juárez han subdividido y privatizado los distintos lotes asignados como accesos a las playas, tendencia que continúa la administración de Ana Paty Peralta de la Peña, que incluso mantiene un litigio para continuar con un Plan de Desarrollo Urbano espurio.
Una de las grandes ventajas que tiene Cancún sobre otros destinos, como Tulum, es que fue planificado desde su creación, hace 54 años. Mientras en Tulum autoridades permitieron que hoteles acapararan todo el frente de playa, sin respetar algún acceso público; en Cancún, el gobierno federal asignó accesos a al menos siete playas públicas, con lotes de grandes dimensiones.
En contra de ello, la actual administración de Ana Paty Peralta parece encaminada en transformar a la Zona Hotelera de Cancún en la Zona Costera de Tulum, al mantener la categoría de “servicios turísticos” a los únicos tres accesos públicos que quedan, lo que permite su eventual privatización.
La asociación civil Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), que ha logrado frenar obras ilegales en Tulum, ha descubierto que en Cancún, Fonatur contaba con las escrituras de estos lotes de acceso a playas, en donde en muchos casos se especifica que deben permanecer como espacios públicos, lo que no se ha respetado.
De cerca de 300 mil metros cuadrados de accesos a playas, ahora quedan apenas 7 mil, destaca Antonella Vázquez, parte del equipo de DMAS, quien comentó que un acceso a la playa no es pasar por propiedad privada con “tolerancia” del hotel o restaurante, como ocurre en Tulum, ni tampoco es únicamente un pasillo, sin lugar donde estacionarse o servicios.
“Cancún fue creada con accesos amplios, que invitan a las personas a que ingresen al mar, con lugar donde estacionarse, con infraestructura. Por ambición, quieren acaparar estos espacios, y dejar solo algunos pasos, lo que es hostil para la población local y para turistas”, comentó.
Con el auge de Airbnb y otras plataformas digitales de alojamiento, cada vez son más los turistas que se hospedan en la ciudad, y que requieren de un acceso a la playa. Al reducirlos o hacerlos más difíciles de disfrutar, se corre el riesgo de dar una mala experiencia y dañar la imagen del destino, tal como ya ha ocurrido en Tulum.
Por este motivo, DMAS aboga por asignarles categoría de “playa pública” a los accesos que dejó Fonatur, incluso en los lotes que ya han sido subdivididos, para así poder contar con al menos con seis playas de fácil acceso: Playa Langosta, Playa Delfines, Playa Tortugas, Playa Las Perlas y Playa Marlín.
GOBIERNO EMPRESARIAL
Preservar los accesos a las playas es una tarea difícil, con la actual presidente municipal, Ana Paty Peralta de la Peña, integrante de una familia de hoteleros, e incluso sobrina del presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún.
Aunque supuestamente ella es integrante de Morena, sus orígenes están en el Partido Verde, fuerza política que se ha hecho con varios de los principales cotos de poder en Quintana Roo. Ana Paty Peralta fue prácticamente “vestida de guinda”, una vez que en el convenio de coalición se determinó que la presidencia municipal de Benito Juárez sería para Morena.
DMAS ha tratado de dialogar con el gobierno de Peralta de la Peña, pero se han topado con una “pared”, pues el ayuntamiento se niega a tener cualquier acercamiento.
Lo anterior, porque esta agrupación logró revocar ante un juez su espurio Plan de Desarrollo Urbano, efectuado sin una efectiva consulta ciudadana. El gobierno de Ana Paty Peralta, sin embargo, interpuso un recurso de revisión y lo mantiene vigente, pese que este sobredensifica la Zona Hotelera.
Presuntamente el año próximo inicia la elaboración de un nuevo PDU, que agrupaciones civiles intentarán que tenga participación ciudadana y que cumpla con la normativa vigente; sin embargo, todo apunta que será presentado ya terminado, con muchas siglas y números, para ocultar los nuevos cambios realizados en favor de empresas privadas.
“Es agotador”, admitió Antonella Vázquez, “pero por eso tenemos que informar y concientizar.
Tal como en Tulum, las distintas autoridades solo repiten que ‘las playas son públicas’, pero eso tiene poco peso si no hay un acceso efectivo a las mismas. Cancún todavía está a tiempo de evitar la misma debacle, pero con gobiernos empresariales, como el de Ana Paty Peralta, existe un riesgo real de caer en la misma zanja.
















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