A siete días de la balacera en el Hotel Xcaret México, donde murieron dos ciudadanos canadienses, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que pedirá a la embajada de Estados Unidos en México que le informe sobre si hubo alguna participación del FBI en la investigación de estos hechos.
“Acaba de participar el FBI en un asunto en Quintana Roo y estamos pidiendo al embajador de Estados Unidos (Ken Salazar) que nos informe sobre esta participación. Si hubo informe, si hubo cooperación de conformidad con las normas”, explicó este viernes en su conferencia de prensa mañanera en Palacio Nacional.
Antes de que iniciara la administración de Joe Biden en enero de 2021, en México se reformó la Ley de Seguridad Nacional para “poner orden” en la actuación de agentes extranjeros en el país, pues a decir del presidente López Obrador, hasta hace poco elementos de la DEA o del FBI “entraban con absoluta libertad al país y hacían lo que querían”.
Entre las modificaciones que se realizaron, se estableció que los agentes en México deberán poner en conocimiento de las autoridades mexicanas la información que obtengan, actuar sin inmunidad alguna y portar el arma que en su caso autorice la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El presidente López Obrador dijo que su gobierno no se opone a la cooperación, pero no permitirá que se viole la soberanía de México.
“No nos oponemos a que se trabaje de manera coordinada en contra del crimen, pero no podemos permitir que se viole nuestra soberanía”, destacó.
López Obrador dijo que, a diferencia de lo que ocurría en otros gobiernos, en el suyo hay orden en la actuación de agentes extranjeros en territorio nacional.
Respecto de la detención de Facundo Rosas, quien fue jefe de la extinta Policía Federal y este jueves fue detenido tras atropellar a una persona en la alcaldía Álvaro Obregón, para posteriormente ser notificado y arrestado por una orden de aprehensión por el caso ‘Rápido y Furioso’, el presidente señaló que fue una de las órdenes de captura que logró la Fiscalía General de la República (FGR) por las indagatorias sobre este operativo estadounidense que, dijo, se convirtió en “una tragedia”.
“En vez de ser algo benéfico se convirtió en una tragedia porque utilizaron esas armas para asesinar a personas en México y asesinar también a extranjeros, esa investigación es la que está abierta y presuntamente en ese grupo participó este señor junto con otros”, dijo el jefe del Ejecutivo.
‘Rápido y Furioso’ fue un operativo del gobierno de Estados Unidos, con el respaldo de algunas autoridades mexicanas, para permitir que miles de armas fueran traficadas a México. El propósito era ubicar y detener a traficantes, pero se perdió el rastro de ese armamento y eso permitió que llegara hasta organizaciones del crimen organizado.
El caso se hizo público durante el sexenio del presidente Felipe Calderón (2006-2012).
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