Un caso de negligencia médica cometido en 2017 por parte de personal médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Coacoalco, Estado de México, fue llevado a la luz de la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador por parte del comunicador Amir Ibrahim, quien expuso la denuncia de los familiares del señor Carlos Olvera González y, preguntó al presidente la posibilidad de “reabrir” el caso.
Además, expuso posible corrupción para sancionar a los responsables, ya que mediante omisiones y amparos, el IMSS se ha negado dar cumplimiento a dos sentencias.
“Tuvimos muy de cerca ese caso porque es padre de una de las reporteras que ha trabajado con nosotros durante muchos años, muy buena reportera, por cierto, Adriana Olvera”, refirió Amir Ibrahim.
Señaló que en el IMSS le quitaron un riñón y un tumor, “pero a los 18 días se dan cuenta de que los engañaron, no le quitaron nada, porque regresa al hospital y se dan cuenta que no. Y, bueno, lamentablemente el papá de Adriana muere”, contó.
Expuso que, aunque hicieron una denuncia por negligencia médica, “pareciera otro cártel, el de la ‘bata blanca’, que jamás puede uno obtener una justicia frente a una negligencia médica cuando sufre una situación así alguna persona”.
“Parece que se protegen entre todos los médicos, algo similar a lo que pasa en el Poder Judicial, a veces con estos temas de las negligencias médicas”, hizo ver.
Señaló que ganan la primera instancia, en la segunda la vuelve a ganar.
“Después de más o menos yo creo unos siete años, señor presidente, en el amparo, en la última instancia, pues les dicen que ‘nel’, que no, que no tienen la razón. Y les dan otro golpe, digamos, anímico a lo que es, a lo que ya habían vivido con la muerte”, narró.
Amir Ibrahim señaló que las negligencias médicas es un tema recurrente, aunque no privativo del sector público.
“Yo creo que estas situaciones pasan mucho en México, señor presidente, pasan mucho este tema de no nada más en el IMSS, claro, o sea, los hospitales privados yo creo que tienen el triple de este tipo de denuncias, porque, además, ahí te bajan todo el dinero que pueden antes de salir”, dijo.
“Saber, presidente, si en este caso de este caso de 2017 se podría checar y ver una salida alterna, a lo mejor”, preguntó.
“¿Si habrá alguna propuesta para que estos casos de negligencia se atiendan mejor?”, cuestión.
SE MERCANTILIZÓ LA SALUD: AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que en lo general “hay muchos pendientes”.
“Porque fue mucho el agravio, fueron 36 años en que los gobiernos estaban al servicio de grupos de intereses creados al servicio de traficantes, de negociantes, de lucro; entonces, cambiar esa política deshumanizada lleva tiempo”, dijo.
“Porque se mercantilizó, sí, la medicina, se volvió negocio; no en todos los casos, desde luego, hay médicos humanistas”, refirió.
López Obrador instruyó al titular del IMSS, Zoé Robledo, atender el caso del señor Carlos Olvera.
HECHOS
De acuerdo con la denuncia dirigida a Presidencia y que familiares hicieron llegar a este medio, la pesadilla comenzó hace más de seis años en el Hospital General de Zona 98 de Coacoalco del IMSS donde se engañó al señor Carlos Olvera y a sus familiares al asegurarles el personal médico que le habían extirpado un tumor, sin que esto fuera cierto.
Carlos Olvera fue Internado en diciembre 2017 por un dolor agudo renal que se creía era causado por hidronefrosis y cálculos. Sin embargo, de acuerdo al lMSS, al momento de someterlo a cirugía, “descubrieron” un tumor de gran tamaño.
Esto, de entrada, es falso, pues previo a cualquier procedimiento quirúrgico se realizan estudios, en donde tendría que haberse visto este tumor, que no era pequeño. Le extirparon una masa de al menos un kilogramo, de 28 por 25 centímetros.
El doctor, luego de la cirugía, el 11 de diciembre, le informó a la familia que había retirado el riñón y tumor. Tanto así, que apenas una semana después, el 18, ya le brindaba el alta al paciente. Dos días después, el 20, le entregaron a la familia una hoja para que pidieran cita con un oncólogo, para su seguimiento rutinario posoperatorio.
La familia ya nunca pudo ir a solicitar esa cita, pues Carlos agravó casi de inmediato sin que el lMSS aceptara atenderlo de nuevo. Aquí tuvo que intervenir la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para obligar a otro hospital, La Raza, a internarlo, y allí descubrieron la verdad: El tumor seguía adentro del paciente.
VÍCTIMA DE NEGLIGENCIA
Tristemente, Carlos Olvera falleció poco después, antes de que se pudiera determinar el tratamiento adecuado.
Al darse a conocer esta noticia, el entonces director general deI IMSS, Tuffic Miguel Ortega, encabezó una rueda de prensa, en donde textualmente afirmó: “No hubo ningún engaño. La persona fue intervenida, se le extirpó el tumor correspondiente. Ya hicimos una investigación y la necropsia de ley, el paciente tenía otros padecimientos que desafortunadamente lo llevaron a la muerte”.
Nada de lo que expresó era cierto. No existían otros padecimientos y la necropsia mencionada, que el seguro tenía en su poder, ya señalaba que este tumor no extirpado le había quitado la vida.
La familia demandó, principalmente por la rabia de haber sido engaña de esta manera. Fue hasta entonces que se tuvo acceso al expediente médico. Un perito externo confirmó que este historial está incompleto y lleno de anomalías, pero sí confirma lo que ellos declararon en su momento, y que el ex director del lMSS negó descaradamente; a saber, que el doctor retiró el riñón, pero no así la totalidad del tumor.
MENTIRAS DEL IMSS
A partir del ahí, el lMSS cambió su historia y admitió que no se quitó el tumor, pero ahora justifican que no se podía obrar de otra manera, pues el tumor estaba “‘encapsulado”. También aseguran que la petición para sacar cita con un oncólogo, después de enviar al paciente a su casa, era su derivación a atención a tercer nivel, lo que es falso, pues la familia tuvo que recurrir a derechos humanos para lograr eso.
Pero aquí también se cae en otra mentira, pues en los expedientes también se muestra que los estudios preoperatorios ya indicaban la existencia de este tumor. Lo correcto, desde ese momento, era enviar al paciente con un oncólogo para evaluar la extensión del tumor y así acordar la estrategia a seguir, quirúrgica o farmacológica, Lo ilógico, la negligencia, era hacer lo que se hizo, que es abrir y posiblemente diseminar este tumor para atender otra dolencia de menor importancia.
Se hizo lo ilógico en este caso, porque no revisaron correctamente los estudios, pese al enorme tamaño del tumor. Por eso la sorpresa al operar, por eso las mentiras con la familia y por eso la rápida alta del paciente. Por la rapidez con la que Carlos Olvera falleció, todo apunta a que fue el lMSS el que propició su muerte al operar de forma innecesaria, en lugar de haberlo enviado con expertos en oncología.
SIN JUSTICIA
Todo lo expuesto ya fue confirmado por tribunales, en primera y segunda instancia.
“Sin embargo, por trampas legales y argucias del Poder Judicial, no hemos recibido justicia”, exponen familiares de Carlos.
Primero, la Coordinación de Asuntos Contenciosos del lMSS fue omisa, al dejar transcurrir el plazo de tres meses sin contestar a la sentencia en favor de la familia. Optando después de ello, por tácticas dilatorias, corno alegar que no eran herederos de la víctima y que no procedía la cuantificación de los daños, pues no se acreditaba la negligencia incurrida.
Esto último, obligó a reabrir todo el litigio ya dirimido, alargándolo por varios años, ya que, en el Tribunal Colegiado se obligaba a dejar sentencias insubsistentes, para volver a elaborar una nueva sentencia.
“A la fecha, en la segunda mitad de 2024, pese a haber tenido una SENTENCIA DEFINITIVA, existe la real posibilidad de que se nos niegue justicia, pues existe un amparo que revocó la anterior sentencia, misma que trataremos de combatir en una nueva instancia”, exponen.
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