CIUDAD DE MÉXICO.- En mesa de análisis, los ex embajadores Jorge Montaño y Juan José Bremer coincidieron en que a partir de ahora el Gobierno mexicano debe trabajar en la negociación.
Montaño aseguró que Donald Trump no fue explícito ni tuvo la beligerancia que se esperaba en su discurso.
En particular, Montaño recomendó estar con la cabeza fría. “Que estemos serenos y no querer que nos resuelvan las cosas lo más pronto posible”, precisó. Explicó que las primeras negociaciones pueden demorar seis meses o un año, por lo que no se deben de precipitar.
Recomendó que los empresarios y hombres de negocios se deben incorporar a la mesa de negociación con el nuevo gobierno de Trump.
Montaño dijo que es fundamental regresar la relación a un punto que sea manejable. Recordó cuando el presidente Clinton dio un crédito a México para permitir que el país creciera; espera que el presidente entrante entienda la importancia de México y actúe en el mismo sentido que Clinton.
En relación con el equipo del gobierno mexicano, ambos coincidieron en que es el adecuado.
“Estoy más que seguro de que (México) sí cuenta con los cuadros necesarios”, confió Montaño.
En contraste con la paciencia recomendada por Montaño, Juan José Bremer demandó que en la relación con Estados Unidos, el gobierno de Peña Nieto debe mostrar contundencia en temas claves como derechos humanos, seguridad nacional y defensa de los connacionales en ese país.
El diplomático indicó que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos precisará de inteligencia y contundencia del equipo de negociadores mexicanos.
Bremer señaló que, en el plano económico, es necesario acortar el periodo de incertidumbre; no obstante, dijo que la negociación de temas como los tratados comerciales, no debe dejar de lado el plano social.
“México tiene que introducir en esta negociación temas que nos interesan enormemente como el tráfico de armas, lavado de dinero con toda claridad, temas de seguridad que el que menos se ha precisado hasta ahora”, consideró.
El embajador Bremer consideró que México debe tener un enfoque pluridimensional.
“Me preocupa la dimensión social, creo que, durante su campaña, con sus pronunciamientos, Trump estimuló en un sector que ya era antimexicano una actitud más agresiva”.
El ex embajador llamó a México a activar su red de consulados, a crear una línea de defensa jurídica con expertos en derecho estadounidense, pero también en derecho internacional.
Aseguró que México no está desvalido, por lo que recomendó acercamientos con organizaciones civiles de México y Estados Unidos en aras de un consenso que mejore la cohesión social.
“Mientras más cohesión social logremos, mejor será para los intereses del país”, afirmó.
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