PARÍS, FRANCIA.- La Conferencia para la Paz en Medio Oriente se convirtió en un llamado para la nueva Administración estadounidense de Donald Trump, cuyo mandato comienza el próximo día 20. El canciller de Francia, Jean-Marc Ayrault, criticó el proyecto del presidente electo Trump de instalar la Embajada de su país en Jerusalén, ciudad que los palestinos reclaman como su capital.
El temor a que un actor tan fundamental cambie su postura y se descuelgue del consenso internacional rondó en la conferencia sobre la crisis entre palestinos e israelíes que se celebra en la capital francesa.
El Ministro francés calificó la iniciativa de Trump como una provocación. “Yo creo que será imposible que lo haga, creo que tendría consecuencias extremadamente graves”, estimó Ayrault en el marco de la conferencia de representantes de más de 70 países e instituciones internacionales, pero sin la presencia de líderes palestinos e israelíes.
La Administración de Donald Trump, cuyo mandato comienza el próximo día 20 ha evocado la posibilidad de cambiar su política en la zona. “Le hemos demostrado la voluntad de la comunidad internacional por la paz en la perspectiva de los dos Estados.
“Confiamos en que, al final, se reconsidere esa idea. No está de más recordar que la única solución posible es la creación de dos Estados; recordarlo justo antes de que entre la nueva Administración de Donald Trump”, insistió Ayrault.
El presidente francés, Francois Hollande, reafirmó que la mejor solución es la creación de dos Estados, pero que ésta está en peligro tanto por el avance de la colonización israelí como por el incremento de la violencia.
“La solución de los dos Estados no es un sistema de ayer. Es todavía y siempre el objetivo de la comunidad internacional”, afirmó el Mandatario.
“Sólo negociaciones directas entre israelíes y palestinos pueden conducir a la paz, nadie lo hará en su lugar”, subrayó Hollande en respuesta a que Israel rechaza que el caso sea analizado de una manera multilateral.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, criticó duramente la organización de esta reunión. “Esta Conferencia es la última sacudida del mundo de ayer. Mañana se verá muy diferente y el mañana está muy próximo”, añadió en una evidente referencia al relevo en la Casa Blanca.
Netanyahu calificó de inútil la reunión parisina y de ser un intento orquestado para que Israel acepte compromisos en contra de sus intereses.
Además, la viceministra israelí de Exteriores, Tzipi Hotovely, rechazó lo que acusó de ser un paralelismo entre la colonización y lo que consideran terrorismo. Por su parte, el líder palestino, Mahmud Abbas, se felicitó por el resultado de la conferencia al considerar que reafirma los principios del derecho y las resoluciones internacionales.
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