Seis empresas han retirado las intenciones de inversión por mil 800 millones de dólares, ante la falta de avances en la elaboración de una Norma Oficial Mexicana sobre el sargazo, que permita su industrialización.
El presidente del Protocolo Puerto Morelos, para la atención del sargazo, Carlos Gosselin Maurel, informó que estas empresas tenían los proyectos listos, de las cuales cinco son nacionales y una extranjera, que al no ver los avances del proyecto decidieron retirar sus intenciones de inversión.
De igual manera menciono que es lamentable esta situación ya que considera que los trámites burocráticos siguen propiciando que se dependa solo del turismo.
“Si tuviéramos la Norma Oficial Mexicana (NOM) para detonar la industria del sargazo, las condiciones de Quintana Roo serían diferentes en estos momentos tan complicados, ya que habría empleo que estas empresas estarían impulsando para la utilización del alga que ya está llegando y no tendrían que esperar un mes más para buscar una fuente laboral”, agregó.
Los representantes del Protocolo siguen tocando puertas y buscando respuestas para que la NOM avance, y así el sargazo que está recalando al Caribe Mexicano no sea un problema, al contrario pueda ser aprovechado.
Se aprovecharía el sargazo para llevarlo a las industrias y estos las conviertan en productos, de igual forma seria una de las formas de empleo para las personas que perdieron sus empleos en esta temporada de contingencia sanitaria.
En Benito Juárez, el arribo del sargazo ya es notorio en las playas en las cuales se está trabajando en la recolección, en Puerto Morelos se han puesto unas barreras y barcos para la contención y recoja del sargazo.
“Es una lástima que ya perdimos dos años, en la que se puede generar una industria con el oro del mar. El sector hotelero va a tardar en generar el número de empleos que tenía, pero ya podríamos estar dando trabajo a quienes lo recogen para llevarlo a la industria, y así salgan a laborar”, explicó.
La NOM daría al alga la categoría de materia prima para su aprovechamiento industrial, y al menos se busca para durmientes, generación de energía eléctrica, alimento para ganado, e incluso para cosméticos.
Por ahora al no haber ningún avance, el interés de las empresas se esfumó y con ello una derrama económica para Quintana Roo.
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