Una turba de indignados vecinos quemó a dos hombres en una aldea de Guatemala, luego de quitárselos a los policías que los habían arrestado por supuestamente matar a una mujer, informó la Fiscalía el domingo.
El doble linchamiento ocurrió el sábado en una aldea de la región de Quiché, habitada mayoritariamente por indígenas, luego de que los dos hombres, de 23 y 25 años, fueran arrestados por la policía como sospechosos de matar a tiros a una comerciante en un mercado minutos antes.
“Pobladores que se dieron cuenta de la aprehensión, fuertemente armados evitaron que la PNC [Policía Nacional Civil] pusiera a disposición de juez competente a los sindicados y se los llevaron bajo amenazas a la aldea Pacuch, [municipio de] Sacapulas, donde les prendieron fuego a ambos”, dijo la Fiscalía en un comunicado. Ambos hombres murieron.
Alrededor del mediodía “tuvo lugar un ataque armado contra una mujer, por lo que agentes de la PNC realizó la persecución de dos hombres que habrían perpetrado el ataque [y escaparon en una motocicleta], quienes fueron capturados en el [cercano] caserío San Jorge”, indicó la Fiscalía.
Los linchamientos son práctica frecuente en Guatemala debido a la inseguridad que enfrenta la población y la impunidad con que operan muchos delincuentes
Los policías trasladaron a los dos detenidos al cuartel en Sacapulas, donde unos 200 enfurecidos vecinos los rodearon y les arrebataron a los hombres, según medios locales.
La turba llevó a los dos hombres a Pacuch, en la periferia de Sacapulas, donde les prendió fuego, según la Fiscalía.
Los dos hombres “aparentemente eran prestamistas y por eso asesinaron a la señora, porque no les había pagado”, dijo una fuente de la Fiscalía a la AFP.
Sacapulas, de unos 55.000 habitantes, es uno de los 21 municipios de Quiché, región del noroeste de Guatemala que fue escenario de cruentos combates entre militares y guerrilleros izquierdistas durante la guerra civil (1960-1996).
El linchamiento se mantiene como práctica en Guatemala ante la inseguridad. Entre 2008 y 2020 los casos de justicia por mano propia dejaron 361 muertos y 1.396 heridos en el país de 18 millones de habitantes, según la ONG Grupo de Apoyo Mutuo.
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