Después de perder el trono en LaLiga ante el Real Madrid, el FC Barcelona apunta a salvar su temporada con la obtención de la UEFA Champions League. Se mide este sábado ante el Napoli en el Camp Nou (1-1 en la ida) con la obligación de sacar boleto a los cuartos de final del certamen que puede salvar una campaña turbulenta, siendo la continuidad de Lionel Messi la mayor preocupación en los pasillos del club catalán.
A sus 33 años, el astro argentino atraviesa uno de sus cursos habituales. Con su doblete ante el Deportivo Alavés en Mendizorroza en la última jornada del torneo español, conquistó por séptima vez –cuarta consecutiva– el trofeo de máximo goleador de la Liga (25 goles). Además batió un récord de asistencias (21). Hay matices de su juego que se han modificado, como su influencia más en la gestación que en la finalización, pero sigue tan determinante como siempre.
Lo que preocupa en el Barça es que, en medio de una temporada sin títulos y con el duelo ante Napoli en la Liga de Campeones de Europa como una batalla sin margen de error, Leo sigue sin renovar su contrato. A inicios del mes pasado empezó a circular de que el propio Messi paralizó las negociaciones y eso lógicamente derivó en todo tipo de especulaciones sobre su futuro.
En el cierre de la Liga de España, con la caída ante Osasuna en el Camp Nou y el trofeo en manos del Real Madrid, se vio la versión más golpeada y decepcionada del crack rosarino.
“No queríamos terminar de esta manera, pero también marca un poco cómo fue el año. Un equipo muy irregular, muy débil, que le ganan por intensidad, por ganas, que nos crean muy fácil y nos hacen goles. Durante el año perdimos muchos puntos, fuimos irregulares y este partido indica un poco lo que fue el año nuestro. Debemos hacer autocrítica, empezando por nosotros, pero una autocrítica global”, dijo un abatido Leo Messi.
En este contexto, con el 10 blaugrana lanzando dardos a los despachos del club, donde lo esperan para renovar su vínculo vigente hasta 2021, varios clubes de Europa se frotan las manos y buscan la manera de seducir al mejor jugador de todos los tiempos.
Es sabido que Leo Messi estuvo cerca de abandonar el Barça en el pasado, sobre todo en 2016 cuando casi se va al Manchester City para volver a jugar bajo las órdenes de Pep Guardiola. Otros equipos sostenidos por inyecciones económicas, como Paris Saint Germain o Chelsea, también han intentado contactarlo en los mercados de transferencias. Incluso en las últimas semanas apareció el Inter de Milán entre los candidatos con un ambicioso plan.
Tampoco es novedad que Messi apunta a tener un proyecto deportivo acorde a su aspiración de llegar a tope a noviembre de 2022, fecha en la que jugará probablemente su último Mundial con Argentina.
Quique Setién y su cuerpo técnico afrontan ante Napoli un duelo clave para su continuidad en el Barça, sacar boleto a Lisboa para jugar ante el ganador del duelo entre el Bayern y el Chelsea es primordial para luego intentar consagrarse en una Champions League atípica, con partidos únicos, donde todo puede pasar. Pero, en el peor de los casos, otro DT tomará su lugar. Lo que club catalán sabe es que el partido es más trascendente para Lionel Messi, cuyo futuro es una incógnita.
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