El confinamiento en casa debido a la cuarentena generada por el Covid-19 puede causar daño en las personas más allá del económico, también estamos hablando de una presión psicológica fuerte para muchos que la están viviendo, lo cual puede aumentar además de la depresión, los casos de suicidios en Cancún ante la desesperación, así como el miedo a la pandemia, advirtió el psicólogo familiar, Ángel Barrera Cabrera.
Explicó que el aislamiento es una medida que nos afecta a todos, pero no de la misma manera, pues en aquellas personas con factores de riesgo puede desencadenar una depresión o un bajo estado de ánimo, volviendo aún más vulnerables a quienes cuentan con antecedentes autolesivos o tienen problemas de conducta suicida.
“El hecho de no tener contacto o apoyo social, perder la rutina del día a día, no tener un motivo para levantarse como ir a trabajar, la incertidumbre de la situación en la que vivimos, en donde cada día son más los contagiados o fallecidos, y el hecho de que salir a la calle se vuelve deprimente”, declaró el especialista en psicología.
Confinamiento en casa puede afectar la salud mental
El experto en Cancún resaltó que una persona suicida sabe, en el fondo, que lo que está intentando hacer es aliviar su sufrimiento, ese malestar que está viviendo: al no poder continuar adelante con esa situación adversa, hace una interpretación errónea de la situación, y la única salida que ve es quitarse la vida, motivo por el cual mantenerse sin contacto aislado puede aumentar su estado de depresión, sobre todo si se suma el factor de peligro ante una pandemia como el Covid-19.
Barrera Cabrera precisó que la pérdida de un ser querido por la pandemia del COVID-19 desencadenará lo que los expertos diagnostican como un “duelo patológico”, pero no una depresión, y aunque hay síntomas como la tristeza, el aislamiento social y trastornos del sueño que en el duelo son parecidos a los de una depresión.
“El fallecimiento de seres queridos por el coronavirus desencadenará duelos aún más complicados de sobrellevar por la falta de una despedida tradicional: no poder despedirnos de la persona, no ver el féretro o no haber podido realizar rituales religiosos o funerarios genera en el familiar lo que los psicólogos consideran duelos complicados”, explicó el psicólogo.
Sé el primero en comentar