NUEVA YORK, EU.- Rex Tillerson, designado secretario de Estado por Donald Trump, abandona Exxon Mobil con un paquete de retiro de 180 millones de dólares.
Esto, una semana antes de las audiencias de confirmación de su nombramiento en el Senado.
De ser confirmado en el cargo, Tillerson cederá el control de unos 240 millones de dólares en acciones de la empresa al cortar lazos para cumplir con requisitos en materia de conflicto de interés.
Además, venderá las más de 600 mil acciones que tiene en el explorador petrolero más grande de los Estados Unidos, y transferirá el valor de más de 2 millones de acciones.
Tillerson también abandonará el derecho a más de 4.1 millones en bonificaciones en efectivo pagaderos en los próximos tres años.
A cambio de ello, la empresa realizará un pago en efectivo equivalente a esas acciones a un fideicomiso supervisado por un tercero, de acuerdo con un documento presentado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).
Tal como se ha dispuesto la compensación, Tillerson renuncia a unos 7 millones de dólares en comparación con lo que hubiera cobrado de haberse retirado en marzo, como planeaba antes de su nombramiento.
La compañía, con sede en Irving, un suburbio de Dallas, Texas, informó en un comunicado que el acuerdo fue desarrollado en consulta con los reguladores éticos.
Tillerson, quien trabajó en Exxon Mobil durante más de 40 años, habría alcanzado la edad jubilatoria obligatoria de 65 años en marzo, después de lo cual habría recibido el pago de Exxon a lo largo de 10 años.
Si Tillerson regresa a la industria de petróleo y gas en los próximos 10 años, el dinero en el fideicomiso será entregado a obras de bien público elegidas por el supervisor.
La designación de Tillerson genera un cúmulo de conflictos de interés difíciles de resolver.
El depósito de los fondos en fideicomiso busca aquietar los temores de que las decisiones que tome como miembro del gabinete de Trump lo beneficien personalmente o a sus antiguos socios.
Tillerson también debe contar con la aprobación del máximo organismo de ética del Gobierno de Estados Unidos.
Darren Woods, con 25 años en la empresa, asumió la gerencia general de Exxon Mobil al comenzar el nuevo año.
Tillerson inició su carrera en Exxon como ingeniero de producción, apenas graduado de la Universidad de Texas en Austin en 1975.
Sucedió como gerente general a Lee Raymond en 2006 y condujo la empresa durante uno de los períodos más turbulentos de su historia, con la crisis financiera de 2008 y el derrumbe de los precios del crudo desde mediados de 2014 que ha diluido en gran medida las ganancias de Exxon.
Su audiencia de confirmación ante los senadores podría iniciarse ya la semana próxima.
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