En la conferencia mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un video sobre el daño ambiental que provocó la empresa Calica, filial de Vulcan Materials, en la Riviera Maya.
Señaló que la empresa devastó por 36 años mil 200 hectáreas de selva, afectando cavernas, ríos subterráneos, fauna y manglar.
“La actividad minera acabó con la diversidad del lugar afectado a 942 especies, 529 de fauna y 413 de flora natural, incluidas especies en peligro de extinción”, indica el video.
Por varias décadas la empresa realizó voladuras para romper el suelo kárstico hasta 11 metros por debajo del nivel freático.
El uso continuo de explosivos contaminó el agua con nitratos y otras sustancias que se filtraron al manto freático, más allá de los predios de la empresa.
Indica que otra actividad ilegal de la empresa fue la retención del agua subterránea en 4.24 kilómetros cuadrados.
Es considera el mayo daño provocado por una empresa en la Península de Yucatán.
Por ello, el presidente anunció que tomará una decisión completamente legal antes de terminar el sexenio. La propuesta es comprar el terreno y construir un centro recreativo y 2 mil hectáreas de reserva natural.
Informó que ofrecerá hasta 8 mil millones de pesos por 2 mil 400 hectáreas que hoy son propiedad de la empresa Calica, filial de la constructora Vulcan Materials.
“No vamos a dejar este asunto en suspenso (…) ojalá ayuden y haya una respuesta”, dijo AMLO a Calica. “¿Dónde estaban los ambientalistas que siempre surgen como hongos?”, cuestionó.
De esta manera, la empresa Calica, subsidiaria del grupo estadounidense Legacy Vulcan, explotó roca caliza desde 1986, violando las normas ambientales y los permisos otorgados por las autoridades. No ha realizado obras de remediación ambiental en la zona, a pesar de los evidentes daños provocados a la naturaleza.
Durante tres décadas, la empresa Calica exportó cada semana tres mil 500 toneladas de roca caliza por barco. La mayor parte hacia Estados Unidos, algo así como cinco millones 460 mil toneladas de piedra.
Por su alcance, su dimensión y porque el daño es irreversible, la mina de Calica representa el mayor desastre ecológico causado por una empresa en la península de Yucatán y, sobre todo, en la Riviera Maya.
En 2017 y 2018, tras una inspección, la Profepa determinó que la empresa había hecho un aprovechamiento de roca caliza en superficie y temporalidad mayor al autorizado, por lo que se le impuso una clausura y sanciones administrativas. En respuesta, Legacy Vulcan, apelando a las normas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, presentó una demanda contra el Estado mexicano con una reclama por compensación de más de mil 500 millones de dólares.
“Comprometido con la protección de un medio ambiente sano para todas y todos, el Gobierno de México se mantiene firme en su posición de priorizar el interés público por encima del privado. No más devastación y saqueos”, expone.