Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, amenazado de destitución, decretó este miércoles la disolución del Congreso, y convocó la celebración de elecciones anticipadas.
Luego de ser acusado por la oposición legislativa de presunta corrupción en contratos de transporte de petróleo, ordenó “disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política y conmoción interna”.
Lasso pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) convocar a elecciones generales anticipadas.
Cabe destacar que, la Constitución establece que en un plazo máximo de siete días después de la publicación del decreto de disolución en el Registro Oficial, el órgano electoral convocará a elecciones legislativas y presidenciales para completar el actual mandato de cuatro años.
“Es una decisión democrática no solo porque es constitucional, sino porque le devuelve al pueblo ecuatoriano la posibilidad de decidir”.
Así lo expresó Lasso en cadena nacional, al presentarse ante la Asamblea Nacional para defenderse de las acusaciones por supuesto peculado.
A su vez decidió continuar con un contrato que fue firmado antes de que asumiera la presidencia, pese a que había informes de que era lesivo para el Estado.
El contrato para el transporte de crudo con el grupo internacional Amazonas Tanker dejó pérdidas por más de 6 millones de dólares.
Aunque el mandatario no ha sido procesado por delito alguno en la justicia ordinaria, aseguró que presentó en 2022 una denuncia ante la Fiscalía para que investigue el caso.
Trasciende qué, hasta la instalación de la nueva Asamblea Nacional, Lasso podrá gobernar expidiendo decretos-leyes de urgencia económica, pero previo dictamen favorable de la Corte Constitucional.
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