Ayer viernes, se suscitó una protesta contra la gentrificación y el turismo masivo que comenzó pacíficamente en barrios turísticos de Ciudad de México se tornó violento cuando un pequeño número de personas destrozaron fachadas y acosaron a extranjeros.
Manifestantes enmascarados rompieron ventanas y saquearon negocios de lujo en las colonias Condesa y Roma, gritándoles a turistas. Un grafiti sobre vidrios rotos a los que les arrojaban piedras decía, “Fuera de México”.
Los inconformes llevaban carteles en los que se leía, en inglés, “gringos, dejen de robarnos la casa”, y exigían leyes para regular mejor los niveles de turismo y las viviendas.
Posteriormente, protestaron frente a la embajada de Estados Unidos y corearon consignas en el metro. Refuerzos policiales se reunieron frente a la embajada, mientras que por la noche las sirenas de la policía resonaban en el centro de la ciudad.
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