La Champions, tan cruel para el PSG en los últimos años, cambió la historia del conjunto parisino en la competición más atípica de los últimos años.
El equipo de Thomas Tuchel remontó un partido que tenía perdido en el descuento y certificó por primera vez con el jeque su clasificación para los cuartos de la Champions con un gol de Choupo-Moting, desterrado en París hasta la baja de Edinson Cavani en el mes de junio. Frenético, intenso y hasta enérgico. Así fueron los primeros 15 minutos entre Atalanta y PSG.
Los bergamascos no renunciaron a su estilo de marcajes individuales y castigaron a los de Tuchel en salida de balón.
Ambos equipos tuvieron ocasiones claras para adelantarse, como un remate de Hateboer que obligó a intervenir a Keylor Navas o un mano a mano de Neymar que falló incomprensiblemente.
El brasileño fue el único que brilló en la primera mitad de un ocaso parisino superado por un ciclón llamado Atalanta. Los de Gasperini aprovecharon las indecisiones del PSG en defensa para adelantarse por un gran gol de Pasalic. El remate del croata con la izquierda fue directo a la escuadra y fue imparable para Keylor.
A partir de entonces, Neymar volvió a echarse el equipo a la espalda y pudo empatar dos veces antes del descanso, pero erró dos ocasiones impropias de un jugador de su calidad. La Atalanta renunció a su presión intensa y más tras la entrada de Mbappé en el minuto 60.
El internacional francés le dio más claridad al PSG en ataque y en sus botas tuvo el empate en el 74, pero su disparo cruzado fue repelido por Sportiello.
La Champions volvió a mostrarnos en Lisboa que es la mejor competición del mundo. Un PSG casi hundido dio la vuelta al partido en el descuento y cambió su mala suerte en Europa.
Marquinhos empató tras una gran asistencia de Neymar y Choupo-Moting, actor inesperado ya que entró en la lista de convocados por la baja de Cavani, aprovechó un pase de la muerte para Mbappé para darle la estocada definitiva a la Atalanta. Una victoria histórica para los parisinos.
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