Repugnantes olores de las playas provocan pérdidas económicas a restauranteros y prestadores de servicios. Ladrones de motores son el azote de lancheros y pescadores.
CANCÚN.- En el desamparo se encuentran los múltiples restaurantes y comercios dedicados a la venta de pescados y mariscos de la zona costera de la comunidad Puerto Juárez. Lancheros, locatarios, prestadores de servicios turísticos, pescadores y restauranteros se dicen abandonados por las autoridades del municipio Benito Juárez y Gobierno del Estado desde hace más de 32 años.
Por principio de cuentas, el principal “atractivo” está atiborrado de pestilente sargazo en descomposición, desde el muelle pesquero de la entrada a la localidad hasta la popular Playa del Niño. Esta lamentable situación de las playas le provoca fuertes pérdidas económicas a los prestadores de servicios y restauranteros, pues inhibe a la clientela.
Pedro, mesero y jalador del restaurante “Viva el Ceviche”, nos cuenta la problemática: “Estamos en una situación preocupante realmente. La gente no viene. En cuanto se asoman y sienten la peste que emana del mar, ya no consumen alimentos, se van, y tienen razón, porque son un asco las playas”.
Pablo, mesero y jalador de “La Palapa”, se queja de las autoridades: “Si vinieron tres veces a recoger el sargazo en lo que tardó la administración fue mucho. Siempre es así, a Puerto Juárez nadie lo atiende. Tenemos años y años en las mismas condiciones, y así es imposible que entre la gente”.
“Según que el Gobierno Federal mandó dinero para limpiar las playas, pero aquí en Puerto Juárez solamente se limpiaron tres días, y después despidieron a los empleados temporales, y ahí siguió el sargazo que se pudre y apesta feo, por eso la gente no se acerca a la Playa del Niño. ¿Cómo voy a llegar a comer a los restaurantes sintiendo ese olor? Yo sé que había dinero para las playas, pero no sé dónde acabó, porque no se aplicó donde debería de ser”, aseguró César Felipe Valdés Caamal, presidente de la Sociedad Cooperativa de Servicios Turísticos “Operadora del Caribe”.
Baldíos, otro problema
A lo largo de la carretera a Punta Sam y calles aledañas hay un
sinnúmero de terrenos baldíos utilizados como guaridas de delincuentes e indigentes, las calles están en mal estado (excepto la principal), los locales comerciales en quiebra y en el acceso existen canales con aguas en descomposición que
representan riesgo de enfermedades para las familias.
La antigua lancha en deshecho que está en la entrada del balneario, la cual constantemente cambia de colores de partidos políticos, muestra claramente lo que ha significado para los gobernantes en turno.
“Paul una vez se paró aquí en Puerto Juárez a darnos unos zapatos que no servían. Una vez llegó, fue para diciembre, y nada más. Estos lugares fueron completamente olvidados para ellos. Vino más o menos porque venían las elecciones para gobernador y parece que él quería ser, y parece que estaba buscando la votación. Fue la única vez que vino”, informó Valdés Caamal.
Víctimas de la delincuencia
Desde hace algunos años, la zona es blanco de delincuentes ladrones de motores, por lo que tuvieron que organizarse prestadores de servicios turísticos, pescadores y la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apriqroo) para montar guardias nocturnas, ante la falta de vigilancia policiaca. “Nosotros venimos a cuidar nuestros bienes en la noche, porque es equipo muy costoso y difícil de conseguir. No sabemos quiénes son, pero no se llevan las embarcaciones, solamente se llevan las colas de motor”.
“Aquí está disfrazado. Lo que es la carretera principal está más o menos, pero lo que es atrás, está abandonado, hay mucha delincuencia, hay mucho robo, no hay vigilancia, está muy descuidado el lugar. En las casetas no hay policías permanentes, si uno llama al 066 por alguna situación nunca llega el auxilio”, enfatizó el responsable de “Operadora del Caribe”.
No omitió mencionar que en la administración del exgobernador Roberto Borge Angulo le solicitaron un fideicomiso para la adquisición de motores y lanchas de trabajo tipo tiburoneras, pero no fueron tomados en cuenta, a pesar de que el jefe del Ejecutivo les firmó una carta-compromiso para atender la petición. “Nos daban largas y largas y ya después nos mandó a un representante que nos llevaba con los bancos y estos nos pedían intereses muy elevados imposibles de pagar. Nunca nos resolvieron”.
“(Puerto Juárez) es un destino turístico de segunda para las autoridades, porque sólo recibimos visitantes nacionales y a la población, es por eso que no les interesa. No significa dinero para ellos. Nosotros tenemos que organizarnos si queremos iluminación, si queremos seguridad, si queremos pavimentación, si queremos turismo”, dijo molesto un empresario restaurantero que pidió guardar su anonimato.
Puerto Juárez está localizado en una zona privilegiada del mar Caribe, frente a Isla Mujeres y a escasos dos kilómetros de Cancún; a pesar de ello, no recibe los beneficios de la promoción turística ni otros programas de Gobierno.
Crédito nota y fotos: Francisco Javier Robles
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