Al aumentar el número de contagios de coronavirus, también aumenta el debate sobre cómo decidir quién debe recibir la atención y el limitado equipo médico para salvar una vida.
Un debate que no es nuevo, pero que hoy día pudiera pasar del campo teórico al real.
La decisión sobre a quién ingresar en cuidados intensivos se toma en un máximo de dos días.
“Dado que desafortunadamente existe una desproporción entre los recursos hospitalarios, las camas de cuidados intensivos y las personas con enfermedades críticas, no todos están intubados”, dijo Christian Salaroli, médico italiano.
“Aquellos con los que eliges continuar son todos intubados y colocados boca abajo, porque esta maniobra puede favorecer la ventilación de las áreas inferiores del pulmón”.
Salaroli contó el procedimiento para atender a los pacientes contagiados por el COVID-19. El primer paso es ingresar a aquellos con insuficiencia respiratoria en una habitación especial con veinte camas.
Todos los demás, los menos graves, son enviados a sus casas para no ocupar lugar inútilmente.
Otro problema es que los médicos están desbordados de trabajo.
“Muchos de mis colegas están sufriendo esta situación. No es solo la carga de trabajo, sino la emocional, lo que es devastador.
Vi llorar a enfermeras con treinta años de experiencia, personas que tienen crisis nerviosas y de repente tiemblan. Ustedes no saben lo que está pasando en los hospitales”.
La emergencia afecta al funcionamiento de todo el sistema. “Normalmente, la llamada para un ataque cardíaco se procesa en unos minutos. Ahora puede suceder que espere incluso una hora o más”, explicó el anestesiólogo.
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