PLAYA DEL CARMEN, Q. ROO. La que fuera el corazón turístico más importante de la Riviera Maya, la Quinta Avenida, hoy está convertida en un lodazal, por el que es imposible y riesgoso caminar.
Terracería y zanjas ahora son trampas que ponen en riesgo a los transeúntes.
Al evidente atraso en las obras y la pésima imagen de la famosa vía se suma una gran acumulación de agua que pone en riesgo a quienes intentan caminar por ahí, pues imposibilita ver los hoyos, cables, rocas y demás obstáculos.
Si de por sí comerciantes del lugar se las ven negras para captar ventas, la situación empeora ahora con los estragos que ha causado una lluvia.
Ayer, empresarios se manifestaron para exigir al gobierno de Laura Beristain la conclusión de las obras que cada día se posterga más, poniendo en riesgo la temporada decembrina.
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