A pesar de que en Quintana Roo más de 6 mil jóvenes de entre 15 a 26 años son tratadas en clínicas privadas por bulimia y anorexia, de manera oficial las autoridades de salud sólo tienen el registro de 27 casos.
Armando García Méndez, especialista en trastornos de la alimentación, explica que esta situación se debe a que en las clínicas públicas no se cuenta con el personal y tratamiento para diagnosticar y atender este tipo de enfermedades; por lo que el sector sólo registra las consecuencias, como anemia, piel deshidratada, arritmias o hasta paro cardiaco.
“Es fundamental cambiar este modelo de atención, que se establezcan más programas de capacitación entre el personal médico, además de campañas de concientización para que los padres, familiares o amigos de los pacientes detecten estos trastornos a tiempo. Sobre todo en Quintana Roo, donde la “excelente presentación” que exigen las empresas turísticas cuando contratan a personal femenino, las presiona para buscar el cuerpo que consideran perfecto, causando que caigan en esta enfermedad”, menciona el doctor.
Explica que actualmente más de 32 clínicas privadas ofrecen tratamiento a este trastorno, pero al involucrar ayuda médica y psicológica, la atención desde el diagnóstico hasta la recuperación puede llegar a tener un costo de entre 60 mil hasta los 120 mil pesos.
Anorexia y bulimia no distinguen clases sociales
“Equivocadamente se piensa que éstas son enfermedades de personas adineradas que sólo les importa verse bien, pero lo cierto es que golpea a todos los estratos sociales”, dice García Méndez.
El especialista añade que esto debido a que además de los factores socioculturales que pueden desencadenar la anorexia, se ha descubierto que una parte de la población tiene mayor predisposición física a sufrir este trastorno, por lo que en su origen influyen una combinación de variables psicológicos, sociales y biológicos.
La fundación APTA, dedicada al tratamiento de la anorexia y bulimia para personas de bajos y medianos recursos económicos, estima que en Quintana Roo existen más de 6 mil 700 personas padeciendo esta enfermedad, de las cuales la mayoría son jovencitas que viven en los polos turísticos del norte de la entidad.
Por su parte, el boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud solamente reporta 27 hasta septiembre pasado.
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