En los túneles del metro de Nueva York se comen entre sí, o a sus crías. En Nueva Orleans comenzaron a pasearse de día por las calles.
En Chicago, cientos de miles ampliaron su zona de búsqueda de alimentos y sorprendieron a los vecinos que nunca habían visto una.
En Washington DC entre abril y mayo hubo un aumento de 500 llamadas para denunciar su presencia.
Las ratas, como las personas que no saben cocinar, se han visto muy afectadas por el cierre de los restaurantes debido al nuevo coronavirus.
Pero a diferencia de las personas, que pueden pedir delivery, estos roedores cambiaron sus conductas, aumentaron su agresividad y hasta practicaron el canibalismo.
Por eso el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos emitió una advertencia a los ciudadanos:
“Algunas jurisdicciones han cerrado o reducido el servicio de los restaurantes y otros establecimientos comerciales para limitar la transmisión del COVID-19. Los roedores dependen de los alimentos y los residuos que generan estos establecimientos”
“Los cierres a nivel comunitario han provocado una disminución de la comida disponible para los roedores, especialmente en las zonas comerciales densas”
Algunas jurisdicciones han informado de un aumento de la actividad de los roedores a medida que éstos buscan nuevas fuentes de alimentos.
El experto en roedores Bobby Corrigan dijo a The New York Times (NYT) que, por su historia adaptativa, las ratas no proyectan su agresión sobre las personas sino que recurren al canibalismo.
“Se combaten unas a otras, se comen las crías de los demás en algunas poblaciones y luchan entre sí por la comida que puedan encontrar”
Sé el primero en comentar