Atrae a cientos de turistas, sin embargo es un misterio por qué acude a nuestras costas y luego desaparece; biólogos estudian sus ciclos para descifrarlo
PUERTO MORELOS, Q. Roo.- El barco hundido C56, en Puerto Morelos, es el patio de recreo de las rayas águila, que durante este invierno se concentran y brindan un majestuoso y natural espectáculo submarino para los turistas que bucean en la zona, pero también para investigadores locales que documentan el proceso migratorio, desarrollo y conformación de estos increíbles individuos marinos.
Ximena Arvizu, coordinadora de Educación Ambiental de la empresa de buceo Blue Core, sostiene que Puerto Morelos ocupa el segundo lugar de los muestreos realizados en 24 localidades donde se han documentado 282 individuos en mil 96 fotografías.
Con 282 individuos, Pto. Morelos ocupa el segundo lugar entre 24 localidades donde se han realizado muestreos
De su lado, la doctora Florencia Cerutti, bióloga marina investigadora asociada de Blue Core, agregó que a estos animales se les ve en invierno, en grupos grandes en el arrecife, en el barco hundido, pero se tienen registros en otros meses del año, con más frecuencia, “algo que no pasa en Cancún pero se está pidiendo la colaboración de buzos locales, que siempre están en el agua para que nos ayuden a fotografiarlas”.
Las especialistas explicaron que se necesita mínimo cuatro años de documentación para conocer los datos de las rayas, por lo que están cumpliendo el primer año de un proyecto para identificar si los ejemplares que regresan son los mismos, cuál es el patrón que siguen para iniciar la migración y hasta qué distancia se alejan.
“En el invierno vienen rayas águila en grandes grupos a Puerto Morelos, Cancún y Cozumel y atrae muchísimo turismo. Hay una entrada económica y cobra una importancia económica para el estado, la cual viene del turismo, incluso con la toma de fotografías porque son animales muy carismáticos”, abundó Arvizu.
POR QUÉ PROTEGER A LAS RAYAS
“Todos los que estudiamos rayas en el mundo, lo hacemos porque son importantes ecológicamente al ser parte de un ecosistema; en segundo lugar, porque son importante económicamente, por la pesca y turismo; y tres, porque tienen características biológicas que no le permiten soportar la pesquería tan intensiva a nivel mundial. Si yo me reproduzco muy lento, tardo en crecer y tengo pocas crías y me están pescando por toneladas en el año, no me alcanza para reproducirme como una población suficientemente viva y saludable. Por esta razón es por la que muchos nos dedicamos a producir información que impulse la sustentabilidad con estos animales. Yo no digo que no se pesque, porque es un recurso económico para muchas familias, pienso que tenemos que producir información útil para que podamos manejar las poblaciones; un recurso para que en el futuro siga y no lo acabemos tan rápido”.
“Las rayas tienen características biológicas que no le permiten soportar la pesquería tan intensiva a nivel mundial.
La problemática que Arvizu explica es con la que inició este proyecto de “Registro, protección y conservación de la raya águila del Caribe mexicano”, al considerar que se tiene un animal carismático, importante para la pesca, que atrae turismo pero del que se sabe muy poco.
“Sabemos que viene en invierno, está un par de meses aquí y luego desaparece. No sabemos por qué viene, por qué se va y si se va más lejos; tampoco se ha definido si las que regresan son las mismas de la temporada anterior, por eso nace este proyecto de investigación y conservación cuya meta es hacerlo a nivel nacional”.
Luis Lombardo Cifuentes, director de Saving Our Sharks, empresa para la conservación de megafauna marina, sostiene que tan sólo en Cancún, en una temporada muestral anterior, se contabilizaron 117 ejemplares de raya, pero no es suficiente para determinar que esa es la población real, se requieren más datos”, puntualiza.
Fotos: David Zarco
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