Cozumel.- De entre miles de crías de tortuga marina que nacen cada año en el campamento tortuguero de Punta Sur administrado por la Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC), se registró recientemente un ejemplar albino, un caso extremadamente raro que llamó la atención de especialistas en conservación.
El biólogo Rafael Chacón Díaz, director del Centro de Conservación y Educación Ambiental (CCEA), explicó que el albinismo es una condición genética que impide la producción de melanina, lo que provoca la ausencia total de pigmentación en la piel y el caparazón. Este fenómeno confiere a las tortugas un característico color blanco o muy pálido, con ojos rojizos o rosados.
“Esta falta de pigmentación las hace mucho más vulnerables a los depredadores y a la exposición solar, reduciendo drásticamente sus probabilidades de sobrevivencia, especialmente en etapas tempranas de vida”, señaló el biólogo y con el apoyo de Ricardo Peralta Muñoz, responsable del campamento tortuguero de Punta Sur, la pequeña tortuga fue liberada al mar con un pronóstico reservado.
Por su parte, Juanita Alonso Marrufo, directora general de la Fundación de Parques y Museos de Cozumel, subrayó que este acontecimiento nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar la biodiversidad y la riqueza natural de la isla.
“El nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, impulsado por la gobernadora Mara Lezama Espinosa, nos recuerda que debemos ser respetuosos en nuestra convivencia con el entorno y valorar las bellezas naturales que nos distinguen como pueblo y como destino turístico”, expresó.
El avistamiento de esta tortuga albina no solo representa una rareza biológica, sino también un recordatorio de la fragilidad de la vida silvestre y la responsabilidad compartida en su protección.
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