HOUSTON, EU. –Hasta dos explosiones han sido reportadas en la planta química operada por la compañía Arkema en la localidad de Crosby, cerca de Houston (Texas, EU), tras las fuertes inundaciones provocadas por el paso del huracán Harvey. Unas diez personas han sido hospitalizadas por inhalación de humos tóxicos, informa el departamento policial del condado de Harris.
“El Centro de Operaciones de Emergencias del condado de Harris ha notificado sobre dos explosiones y columnas de humo negro procedente de la planta”, escribió la compañía Arkema en un comunicado, advirtiendo acerca de una posible nueva explosión. Posteriormente, el operador de la planta confirmó que hasta ocho contenedores de químicos más podrían incendiarse y explotar, según AP.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de EU (FEMA, por sus siglas en inglés) ha especificado que los humos expedidos a causa del incidente son “increíblemente peligrosos”. La agencia gubernamental agregó que los oficiales tratan todavía de evaluar los riesgos, según informa Reuters.
Por su parte, Arkema especifica que, aunque la planta siguió el protocolo de preparación ante huracanes, las “inundaciones sin precedentes abrumaron nuestra energía primaria y dos fuentes de reserva”. La empresa explicó que, como consecuencia, sus productos compuestos de peróxidos orgánicos se incendiaron debido a una pérdida de refrigeración.
“Los peróxidos orgánicos son extremadamente inflamables y, como se acordó con los funcionarios públicos, el mejor curso de acción es dejar que el fuego se consuma”, reza el comunicado.
Evacuación previa
Este martes, las autoridades habían evacuado a los trabajadores de la planta química, después de que una inundación crease el riesgo de una reacción química que llevaría a un incendio o una explosión. Todos los ciudadanos que residía a un radio 2,4 kilómetros de distancia de esa planta también fueron evacuados.
El trabajo en la planta se encuentra suspendido desde el pasado 25 de agosto, después de que el huracán Harvey llegara a la región. El 27 de agosto, la zona donde se sitúa la planta quedó inundada y sin electricidad. Hasta este martes, un equipo de once trabajadores había permanecido en las instalaciones.
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