Aunque la cuarentena en Chetumal se alargó una semana debido a que se encuentra en “Semáforo Rojo”, la decisión de sus habitantes de reiniciar sus actividades desde el primero de junio ha significado un alivio a la economía de los taxistas.
Así lo reveló Sergio Cetina Valle, líder de los trabajadores al volante en Othón P. Blanco, quien añadió que más gente en las calles significa que cada vez más personas utilizan este servicio.
“Cuando se decretó el inicio de la pandemia en Quintana Roo, el Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa) mantuvo al 70 por ciento de sus 2 mil 212 unidades bajo resguardo, ya que además de que la demanda se redujo al mínimo por el confinamiento de las personas, era urgente proteger a nuestros socios, conductores y choferes, pues de ellos dependen más de 5 mil familias en la capital del Estado”, dice Cetina Valle.
El dirigente sindical dejó en claro que ningún taxista o sus familiares directos ha resultado positivo al Covid-19, mencionando que en los dos casos de fallecimientos recientes fueron por causas ajenas al coronavirus: uno por cáncer y otro por paro cardiaco.
Con la reactivación del sur del Estado desde la semana pasada, la demanda del servicio aumentó y en consecuencia se han liberado el 60 por ciento de las unidades de taxi. Actualmente cerca de mil 300 taxistas operan por toda la ciudad, lo que también significa un respiro para su economía ya que la mayoría llevaba casi dos meses sin recibir ingresos.
“Sin embargo, solo están operando una tercera parte de las combis, ya que este tipo de transporte representa un riesgo alto de contagio por la cantidad de usuarios que transporta. Aunque estamos tomando todas las medidas necesarias para evitar un brote de la enfermedad, como el uso de gel antibacterial, solicitud al usuario de usar cubrebocas en todo momento, desinfectar de manera frecuente la unidad y el dinero y, sobre todo, evitar el sobre-cupo”.
Y añadió que durante este tiempo, el Sindicato apoyó de manera directa a cerca de mil 900 socios y conductores con despensas y otros insumos.
“Por parte de las autoridades locales no recibimos ni un solo peso, ni siquiera cubrebocas o gel antibacterial para las unidades. Por eso nosotros estamos saliendo adelante por nuestra propia cuenta. Es difícil y llevará más tiempo, pero es necesario”, concluyó.
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