CIUDAD DE MÉXICO.- En el mes de marzo, las agresiones a periodistas se mantuvieron en los mismos parámetros, dos fueron asesinados, y se registraron 53 ataques de agentes de la información que casi en su totalidad, fueron perpetrados por agentes del Estado.
Este mes, la Policía, elementos de la Armada de México, diputados, presidentes municipales, y otros representantes del Estado, fueron protagónicos en las agresiones a periodistas; la situación se mantiene crítica en muchas zonas como Veracruz, Sinaloa, y Guerrero, donde grupos criminales, son los principales agresores.
Contrario a esto, dos casos en procesos penales en los que se implicaron periodistas, fueron resueltos favorables por la justicia; tal es el caso del periodista, Amir Ibrahim de Quintana Roo, quien ganó un pleito por amenazas en contra del empresario y agitador, Carlos Mimenza.
El otro, Sergio Aguayo quien también le ganó un pleito judicial al ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira.
Estas acciones, y la postura que dice adoptar el presidente, Andrés Manuel López Obrador en defensa de la libertad de expresión, y el “no” a la represión de la prensa, conjugan un ambiente favorable para informadores. Sin embargo, se generó una anomalía; un movimiento que se identifica como “MeeToo”, representado por supuestas periodistas, construyeron una plataforma de difamación en contra de asociaciones de defensa de periodistas e informadores, tomando de esto, justicia por mano propia, pues con consignan sus denuncias legalmente.
La situación que genera este movimiento, es considerado una regresión a un estado primitivo en el que se niega la percepción de la justicia, criminaliza sin fundamentos, y reprime la búsqueda de un estado de derecho. Esta anomalía, viene a marcar un divisionismo entre el gremio periodístico, en el que se convierte en tendencia la tergiversación de la información.
Otro detalle que afloró este mes, es la ceguera que acusó el periodista, Rafael Loret de Mola, en contra de la sociedad, que se niega a discernir una situación real en la que debe intervenir moralmente en pro del bienestar común.
Sus palabras, como evidencia, dibujan a la sociedad mexicana con una insensibilidad hacia los periodistas en México, lo que significa una grave devaluación en estos agentes de la libertad de expresión, como parte de los pilares o cimientos de la democracia.
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