CHETUMAL, Q.ROO.- “Los momentos más difíciles en Quintana Roo los hemos logrado superar gracias a la unidad y al compromiso que los ciudadanos hemos demostrado cuando las circunstancias han sido adversas y en ese trabajo es fundamental la participación del sector empresarial, de las organizaciones y de la ciudadanía en general”, sostuvo el presidente de la Gran Comisión del Congreso, Eduardo Martínez Arcila.
El legislador dijo que Quintana Roo tiene delante temas qué atender como la llegada masiva de sargazo que amenaza la economía de la entidad, así como el trabajo pendiente en materia de inseguridad que daña el tejido social y que podría repercutir también en el crecimiento y desarrollo de Quintana Roo. Ambos temas, dijo, demandan la colaboración de todos para hacerles frente.
En el caso del Poder Legislativo, comentó, es tarea de sus integrantes hacer un análisis del proyecto de presupuesto para 2019 que enviará el titular del Ejecutivo en donde probablemente se aborde el tema del impacto que el sargazo ocasiona en la economía del estado y las necesidades financieras que podrían generarse para atender este problema de medio ambiente.
El sargazo, añadió, no es un problema que deba verse desde una óptica local, no es un problema que afecta sólo la economía de Quintana Roo, sino debe atenderse como un tema de agenda nacional por diversas razones, una de ellas el que las playas de nuestro estado sean uno de los mayores atractivos a nivel mundial.
De igual manera, se tiene que trabajar en conjunto para combatir la inseguridad. Se necesita del esfuerzo de todos, pues no sólo con el uso de la fuerza o las armas se puede resolver este problema, se necesita de estrategia, reforzamiento de la unidad social, atender a una juventud creciente en sus demandas de educación y desarrollo, generar alternativas de empleo y muchas otras cosas que conciernen a diversos sectores. Estos problemas no son de índole local y por tanto no se pueden enfrentar de manera individual; es necesario el trabajo conjunto, coordinado por las autoridades federales y estatales, pero sin subestimar la importancia que tiene la participación activa de todos los sectores, cada uno, aportando lo que le toca en estos desafíos inmediatos para el estado.
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