Agencia EQR
CHETUMAL, Q. ROO. –Unos llegaron con gorras en la cabeza por la inclemencia del sol. Otros, con las manos cuarteadas por el trabajo duro de la albañilería. Así acudió una veintena de trabajadores de la construcción a la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje en Chetumal. Reclaman lo que consideran una injusticia y un trato abusivo y desleal.
Como muchos de ellos no tienen estudios, la empresa contratista de la Ciudad de México, Neptuno Cinco S.A. de C.V., condicionó el pago del salario semanal a la firma de una carta de renuncia, para de que de esta manera puedan eximirse de pagar lo que conforme a derecho les corresponde a los empleados.
Es decir, no generar antigüedad y liquidarlos con menores montos. Alfredo González Montoya, uno de los demandantes, dice que fueron contratados hace tres meses por una empresa de Distrito Federal para hacer una obra; posteriormente, se enteraron que se trata de la nueva tienda Coppel sobre la Eric Paolo, en la capital del Estado de Quintana Roo.
“El problema es que nuestro finiquito está muy bajo a lo que nos corresponde”, dice el trabador, cuya realidad no es diferente a la de muchos trabajadores de la “cuchara grande” que reciben un trato, a veces, comparable a la esclavitud. Ahora, entablarán una queja ante la Junta de Conciliación y Arbitraje de Chetumal para exigir su derecho y lograr un trato digno.
Mientras Coppel es una poderosa cadena comercial que reportó ingresos anuales por 6 mil 304 millones de dólares en 2013; los empleados apenas piden que se respete su antigüedad y poder llevar algo digno a sus hogares.
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