CANCÚN, Q. ROO.- La controversial Gran Rueda Cancún o rueda de la fortuna que empresarios mexicanos y holandeses prendían poner en funcionamiento en la zona hotelera de Cancún, dejó de representar un riesgo en la zona de discotecas de manera definitiva. Ahora sí se puede descartar la colocación de la estructura en este congestionado punto.
Desde las primeras horas de este miércoles, varios trabajadores se abocaron a desarmar las gigantescas piezas del costoso mirador que se ubicaría en el mercado de artesanías Coral Negro, a la altura del kilómetro 10.5, del bulevar Kukulcán.
Con el retorno de automóviles completamente cerrado y provocando un impresionante trastorno vehicular de algunos kilómetros de largo, varios hombres cargaron remolques de tráileres y movilizaron brazos metálicos y un sinnúmero de piezas pesadas con la utilización de una grúa telescópica.
Durante horas hicieron complicadas maniobras, bajo la observación de elementos de la Policía de Tránsito y Preventiva, y turistas que no daban crédito al caos originado desde la tarde del martes pasado; fue hasta después del mediodía que el movimiento regresó a la “normalidad” frente al paradero de autobuses.
Recordemos que la Gran Rueda Cancún fue cancelada por no contar con Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y otros permisos, y porque complicaría de sobremanera la movilidad en la congestionada zona.
Tendría un costo de 200 millones de pesos, una elevación de 60 metros, y según la compañía Dutch Wheels International, representaría el mayor atractivo turístico de la ciudad, tan emblemática como las de París, Londres y Chicago.
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