Los diagnósticos de gastritis en Quintana Roo aumentaron 116% entre el primer semestre del 2022 y del 2021, los cuales podrían estar ligados a casos de estrés, ansiedad y depresión entre la población.
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, en la entidad se han atendido seis mil 605 casos en lo que va del año, que son 913 más de lo que se tuvo en el periodo anterior, siendo un problema más frecuente entre la población masculina.
La gastritis es un grupo de padecimientos que derivan de la inflamación del revestimiento del estómago, que puede aparecer de manera repentina o perdurar durante semanas, meses o años.
Algunas de las causas son el consumo excesivo de alcohol, medicamentos, la presencia de la bacteria Helicobacter pylori, pero también problemas de reflujo, infección viral, trastornos autoinmunes, entre otros.
Nayeli Ortiz Olvera, académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que algunos de los pacientes pueden presentar síntomas mucho más persistentes y que son difíciles de tratar.
En estos casos, cuando no han respondido al tratamiento, se sugiere la intervención de un especialista en salud mental para poder atender el problema emocional, que suele desencadenar molestias digestivas.
“Si nosotros mejoramos las molestias digestivas, pero no la molestia a nivel cerebral, el paciente no va a tener una respuesta importante o no va a responder al tratamiento. Entonces sí es algo que debemos hacer la divulgación, para que los pacientes atiendan estas dos situaciones al mismo tiempo”, dijo.
En cuanto a los casos de depresión, en el estado se han diagnosticado 802 en estos seis meses, que es 46.6% más que el año pasado.
Los síntomas de alarma, que deben llevar a una persona a buscar ayuda especializada son la disminución de peso, datos de anemia, sangre en las evacuaciones y alteraciones en pruebas de laboratorio, ya que estas pueden derivar en la presencia de una úlcera o cáncer.
La especialista mencionó que un factor que también desencadena gran parte de los casos es una dieta rica en alimentos irritantes desde una edad temprana, así como los periodos de ayuno prolongados.
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