Javier Carballar, especialista en cocodrilos explicó que estos animales son depredadores de los lugares húmedos y llenos de selva tropical como la laguna de Nichupté en Cancún, pero no son come hombres, no atacan a los seres humanos ni formamos parte de su dieta.
De igual forma señaló que el ataque que sufrió un menor por un cocodrilo en el Hotel Club Med demuestra que hemos fallado como sociedad en establecer un programa profesional permanente en el sistema lagunar Nichupté.
A través de Radio Fórmula el especialista hizo nuevamente un llamado a las autoridades y al mundo empresarial para lograr finalmente tener ese programa.
“Finalmente el niño (del Club Med) no se ahogó, pero estuvo cerca, fue atacado y lastimado; siempre he dicho que hasta que no muera un niño estadounidense no vamos a tener un programa permanente, ojalá nunca suceda pero no hay que esperar a eso para tener un programa digno”, reiteró.
El menor de origen estadounidense permanece a salvo y no perdió ninguna de sus extremidades
A pesar de que había letreros de advertencia sobre la presencia de cocodrilos en la zona donde jugaba, y que incluso había una pequeña valla, el menor la atravesó indebidamente y fue atacado.
“Se sabía de la presencia del cocodrilo, incluso tiene nombre. Los hoteles, en la medida de sus posibilidades y conocimientos han hecho advertencias y las autoridades también han puesto letreros, pero no basta”, dijo el experto.
Se necesita un programa para tener zonas exclusivas de cocodrilos
Un programa permanente para prevenir, contener, atender y tener zonas exclusivas de cocodrilos y de seres humanos sería muy útil para evitar este tipo de situaciones, que no son comunes, ya que cada vez hay menos población de cocodrilos contrario a lo que la gente piensa, pues cada día hayan más cocodrilos adultos muertos y los pocos que quedan se concentran en las zonas donde hay alimento, además de que “los saurios le temen a los humanos”.
“En Sian Kaan vas a la bahía del Espíritu Santo y avientas un pollo y no se acerca ninguno, se alejan, aquí es al revés, hay desde marinas que avientan pescados al agua hasta restaurantes que alimentan a los cocodrilos como atractivo, es inaudito que haya lugares donde todavía los alimentan, los acercan a los humanos”, reprobó.
Recordó que en 2012 hubo una serie de encuentros entre humanos y cocodrilos, los saurios incluso comieron a varios perros y entonces la Zofemat destinó recursos para un programa, pero no fue un apoyo permanente.
“Estamos en temporada de anidación, pedimos entrar y conocer la situación en el sitio de la laguna, falta identificar (por el ataque en el Club Med) si hay una hembra que tiene su nido y está protegiendo a sus crías, falta conocimiento técnico y científico de la situación”, apremió.
Desde 2002 han trabajado parcialmente con la población de cocodrilos en la laguna con ayuda de Ong’s y el centro de conservación CrocoCun, buscando recursos para tratar de aterrizar y desarrollar un programa.
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