La segunda fumata negra del actual cónclave, tras la segunda y tercera votación, ha sido acogida con resignación en la Plaza de San Pedro y con gente dispuesta a volver por la tarde para ver si es posible asistir al acontecimiento de la elección del papa.
En esta mañana de jueves la plaza registraba unas 10.000 personas, entre fieles y curiosos, cifra notablemente inferior a las más de 30.000 que anoche esperaron también en vano a que saliera el humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina.
Mientras el humo negro se disipa en el aire, fieles y curiosos se van retirando y continúa el flujo de peregrinos que, entre rezos y portando cruces, avanzan por unos carriles habilitados expresamente para quienes quieren atravesar la Puerta Santa de San Pedro y ganar así el Jubileo.
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