El Senado de la República aprobó este miércoles en lo general la reforma a la Ley de Amparo propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum, con 76 votos a favor.
En la votación en lo particular, la reforma fue avalada con 70 votos a favor y 39 en contra, sin abstenciones.
La iniciativa contempla modificaciones profundas al funcionamiento del juicio de amparo. Entre sus puntos más controversiales figuran:
La redefinición del concepto de “interés legítimo”, limitándolo sólo a casos con afectación concreta y directa.
Restricciones en la figura de la suspensión de actos reclamados, que impiden que jueces frenen actos de autoridad mientras se resuelve el fondo del asunto.
Establecimiento de plazos más acotados para tramitar los juicios de amparo y digitalización del procedimiento (“amparo electrónico”).
Armonización con normas fiscales y ajustes procedimentales para agilizar los procesos.
La reforma ha provocado reacciones divididas en los círculos jurídicos. Sus promotores argumentan que se corrigen excesos y se evita que el amparo sea usado como un mecanismo de bloqueo a políticas gubernamentales. Mientras tanto, críticos advierten que estas limitaciones podrían dificultar el acceso a la justicia, especialmente para colectivos o causas relacionadas con derechos humanos.
El dictamen será remitido a la Cámara de Diputados para su análisis y eventual aprobación.
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