El país del sur destruiría Pyongyang en caso de ataque; Kim Jong-un pide que la nación sea reconocida como potencia nuclear legítima
SEÚL, Corea del Sur.- Corea del Sur tiene un plan para destruir la capital norcoreana de Pyongyang por medio de bombardeos exhaustivos en caso de que Corea del Norte muestre cualquier señal de ataque nuclear, anunciaron ayer fuentes castrenses surcoreanas.
“Cada distrito de Pyongyang, en particular donde posiblemente se esconden los líderes norcoreanos, será destruido por misiles balísticos y proyectiles de detonación potente tan pronto como el Norte dé alguna señal de utilizar un arma nuclear”, dijo la fuente.
“Cada distrito de Pyongyang será destruido por misiles balísticos tan pronto como el Norte dé alguna señal de utilizar un arma nuclear”
La publicación del detallado plan de operación de bombardeo tiene lugar después de que el Ministerio de Defensa informara ante la Asamblea Nacional, la semana pasada, sobre la operación “Castigo y represalia a gran escala de Corea del Sur” (KMPR) en respuesta a la quinta prueba nuclear del Norte, destacó la agencia Yonhap.
El concepto operativo del KMPR tiene por fin realizar bombardeos preventivos contra el líder norcoreano, Kim Jong-Un, y el comando del ejército comunista, si se muestran señales del uso de las armas nucleares prohibidas o en caso de guerra.
Corea del Sur planea movilizar su arsenal de misiles balísticos autóctonos tierra a tierra para la operación, incluidos los misiles Hyunmoo 2A y 2B y el Hyunmoo 3, que poseen un alcance de 300, 500 y mil kilómetros, respectivamente.
El ejército planea acabar los ensayos de los misiles en el próximo año y ampliar considerablemente el arsenal de misiles Hyunmoo.
BUSCA SER POTENCIA
Corea del Norte pidió, por su parte, ser reconocida por Estados Unidos como una potencia nuclear “legítima” tras su quinto ensayo nuclear del viernes, al que Washington, Tokio y Seúl quieren responder con contundencia.
A pesar de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, Pyongyang llevó a cabo el viernes su prueba nuclear más potente hasta ahora, tan sólo ocho meses después de su cuarto test.
Se trata de un ritmo mucho más rápido porque hasta ahora pasaban tres años de media entre cada prueba.
Pyongyang rechazó las protestas internacionales y reivindicó su derecho a ser potencia nuclear.
Fuente: Excelsior
