Sin fundamento legal, demanda de ejidatarios de Bacalar

CHETUMAL, Q. ROO.-La negociación entre el jefe del Despacho del ejecutivo de Quintana Roo, Miguel Ramón Martín Azueta y los ejidatarios encabezados por Manrique Rodríguez Ventura, que en un principio fue en torno al diálogo y la negociación, concluyó en un acuerdo bajo presión, a pesar de que los manifestantes reconocen que no hubo siniestro alguno en sus parcelas.

Así se comprueba en el video que ponemos ante ustedes, donde el líder de los comuneros reconoce que verdaderamente no existe razón para reclamar pago por el Seguro Agrícola Catastrófico (SAC) ya que no hicieron el trámite correspondiente, lo que deja en evidencia que los ejidatarios tomaron la carretera federal Bacalar-Cancún, con el único fin de poner en jaque al gobierno y sacar un beneficio económico.

Y esa es una de las razones por las que el Gobierno del Estado desconoció el acuerdo firmado, así como por las agresiones físicas y verbales que sufrió Martín Azueta y las autoridades que le acompañaban, que ganaron terreno a una negociación inicial de 1 mil pesos por ejidatarios, para concluir en una cifra duplicada (2 mil pesos), la cual fue producto de las presiones ejercidas por los comuneros.

Los hombres del campo de Bacalar, motivados por voces desestabilizadoras, han buscado la vuelta a las autoridades a base de manifestaciones que dañan gravemente a terceros, como es el caso de los bloqueos carreteros, para sacar beneficio, por la simple y sencilla razón de ir en busca de dinero.

Lamentablemente, esto ocurrió siguiendo el ejemplo de lo acontecido semanas atrás en los municipios de José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto; por lo que en las negociaciones entre autoridades y comuneros bacalarenses, el jefe del Despacho del Ejecutivo fue claro en señalar que por eso el pago tampoco es una responsabilidad del Gobierno, sino es un acuerdo en pro de la calma, la tranquilidad y la paz social en Quintana Roo. Acuerdo que ha sido roto por darse bajo una serie de amenazas, presiones y hasta agresión física.

Fuente: El Punto Sobre la i

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