COZUMEL, Q. ROO.- El “síndrome blanco” es considerado como una enfermedad emergente. El primer reporte se dio en Florida a finales del 2014. En junio del 2018, se observó la primera colonia infectada en las costas de Quintana Roo, afecta a alrededor de 20 de las más de 65 especies de corales de nuestras costas, entre estos organismos enferma al coral cerebro y los corales pilar y estrella.
Los corales afectados muestran lesiones que avanzan radialmente con desprendimiento de tejido al borde, dejando al desnudo su esqueleto. No se debe confundir con el “blanqueamiento” donde el coral pierde su microalga simbiótica, la cual le confiere normalmente su color, debido a condiciones de altas temperaturas y por lo cual su tejido se vuelve transparente pero puede seguir vivo.
Con el “síndrome blanco”, los corales afectados mueren en cuestión de semanas. La enfermedad se ha propagado en toda la costa de Quintana Roo y hasta el momento ha matado aproximadamente el 30 por ciento de los corales del Caribe mexicano en los últimos seis meses.
Desafortunadamente, el agente de la enfermedad aún no ha sido identificado. Científicos están estudiando muestras de tejido para tratar de identificar patógenos potenciales. Sin embargo, se sabe qué factores múltiples contribuyen a las enfermedades de coral. El “Síndrome Blanco”, se atribuye a un estrés excesivo causado principalmente por el deterioro de la calidad de las aguas, las malas prácticas turísticas, la pérdida de mangle y el arribo masivo de sargazo.
Con la pérdida de cobertura de coral en los arrecifes, se puede ver comprometida la provisión de servicios ecosistémicos, como la protección contra tormentas, la provisión de productos pesqueros y la belleza paisajística tan valorada por el sector turístico y base de nuestra economía. Basta recordar los resultados del estudio de Valoración de Servicios Ecosistémicos realizado en 2017, por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sostenible (GIZ) y Conservación Estratégica (CSF), en el cual se indica que el 12% de turistas dejarían de visitar Cozumel de continuar con la degradación de los arrecifes.
Además, gobierno, universidades y organizaciones de la sociedad civil trabajan para monitorear el avance de la epidemia, tomar medidas de manejo y probar experimentos que puedan limitar la propagación de la enfermedad.
La Dirección General de Vida Silvestre, Comisión Nacional de Pesca, el Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera-INAPESCA de Puerto Morelos, la Secretaría de Marina, la Secretaria de Medio Ambiente del Gobierno del Estado de Q. Roo, la Semarnat, así como representantes de los sectores: municipales, académicos, pesquero, turístico y medios de comunicación, actualmente trabajan un Plan de Acción regional para atender la problemática, mediante la participación de actores claves de los diferentes sectores.
Es de suma importancia que los operadores turísticos, manejadores de los recursos naturales y la sociedad en general estén muy atentos y se detengan a observar los corales. Si un sitio presenta señales de afectación, favor de tomar fotos, si es posible con ubicación GPS o indicar el nombre del arrecife, y reportarlo enseguida a los [email protected];[email protected] de la UNAM [email protected] de HRI.
Como medidas preventivas en contra de la propagación de la enfermedad se recomienda, no tocar las lesiones, no provocar suspensión de sedimento al patalear durante el buceo o snorkel, enjuagar los equipos de snorkel y buceo en agua con 5-10% de cloro, no usar bloqueadores solares.
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