Al menos 37 personas murieron en ataque aéreo israelí contra un suburbio de Beirut, entre ellas tres niños y siete mujeres, informó este sábado el Ministerio de Sanidad libanés.
Hezbolá dijo durante la noche que entre los muertos en el ataque más mortífero en un año de conflicto con Israel se contaban 16 de sus miembros, y que el líder de alto rango Ibrahim Akil y otro alto comandante, Ahmed Wahbi, estaban entre los fallecidos.
El Ejército israelí, en mensajes en X, dijo que el ataque había alcanzado una reunión clandestina de Akil y altos mandos de las fuerzas de élite Radwan de Hezbolá, y que había “desmantelado casi por completo” la cadena de mando militar del grupo militante.
Este sábado prosiguieron los combates transfronterizos.
Aviones israelíes llevaron a cabo algunos de los bombardeos más intensos en 11 meses de enfrentamientos en el sur del Líbano, mientras que Hezbolá reivindicó los ataques con cohetes contra objetivos militares en el norte de Israel.
El ataque de ayer intensificó drásticamente el conflicto entre Israel y el grupo respaldado por Irán, e infligió otro golpe a Hezbolá tras dos días de atentados esta semana en los que explotaron localizadores y walkie-talkies utilizados por sus miembros.
El número total de muertos en esos ataques ha ascendido a 39, y más de 3 mil personas resultaron heridas.
Se cree que los ataques contra los dispositivos de comunicación han sido perpetrados por Israel, que no ha confirmado ni desmentido su implicación.
El Ministro de Transportes, Ali Hamieh, afín a Hezbolá, declaró a la prensa en el lugar del ataque del viernes que al menos 23 personas seguían desaparecidas.
En un comunicado poco después de medianoche, Hezbolá confirmó la muerte de Akil, a quien calificó como uno de sus “principales dirigentes”.
Durante la noche dijo que otros 15 miembros también murieron, incluido el comandante de alto rango Wahbi, que supervisó las operaciones militares de las fuerzas de Radwan durante la guerra de Gaza hasta principios de 2024.
El ataque tuvo como objetivo un edificio contiguo a una guardería, que sufrió el impacto del ataque, dijo el viernes una fuente de seguridad.
Una segunda fuente de seguridad dijo que múltiples misiles se estrellaron contra la abertura del garaje de un edificio. La explosión desgarró los niveles inferiores del edificio mientras Akil se reunía con otros comandantes en el interior.
Decenas de miles de personas han sido evacuadas de sus hogares a ambos lados de la frontera entre Israel y Líbano desde que Hezbolá empezó a lanzar cohetes en octubre, en apoyo a los palestinos en la guerra del Estado judío contra Hamas en Gaza.
Con la muerte de al menos 70 personas en Líbano esta semana, el número de víctimas mortales en el país desde octubre ha superado las 740. El actual conflicto entre Israel y Hezbolá es el peor desde que libraron una guerra total en 2006.
Aunque el conflicto actual se ha circunscrito en gran medida a las zonas fronterizas o próximas a ellas, la escalada de esta semana ha aumentado la preocupación de que pueda ampliarse e intensificarse aún más.
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