La piel muestra casi cualquier alteración o cambio interno de una persona, sacándolo al exterior para advertir o avisar que algo no anda bien en nuestro cuerpo.
La acantosis nigricans o pigmentaria, también conocida como “enfermedad del cuello negro” es algo que tratar.
La piel es un órgano expuesto externa e internamente a muchos factores que pueden modificar su estructura, en el caso de la acantosis, esta produce zonas con oscurecimiento, surcos y textura rugosa.
Las principales zonas en las que se presentan son alrededor del cuello, las ingles, axilas e incluso se extienden en cualquier parte del cuerpo, pese a esto y sonar alarmante, médicos han señalado que la mayoría de los casos son afecciones inofensivas.
Este padecimiento puede afectar a cualquier persona, no es contagioso y puede darse entre adultos o niños con obesidad o diabetes.
Dicho trastorno puede llegar a ser un signo de advertencia de un problema serio por lo que es importante que visitar a un doctor para determinar la causa y empezar un tratamiento.
Las causas por las que surge “el cuello negro” se asocian a distintos factores o su combinación, los que se destacan los siguientes:
En algunos casos puede tratarse por antecedentes familiares: esto quiere decir que puede deberse a la intervención de un componente genético.
El fármaco inducida, esto se refiere a la referencia de los efectos producidos por algunos medicamentos, específicamente la dosis de insulina a través de inyecciones subcutáneas.
También el consumo elevado de niacina, píldoras anticonceptivas, prednisona u otros corticosteroides también puede ser el motivo de su aparición.
La resistencia a la insulina, también en su clasificación, pseudoacantosis, también puede asociarse al síndrome metabólico como resultado de la obesidad.
Otro factor son los trastornos hormonales de los más comunes en que aparezca la acantosis, las personas que sufren de trastornos como quistes ováricos, tiroides poco activa o problemas con las glándulas suprarrenales.
La Acantosis, consecuencia del cáncer, también llamada de tipo maligno, en esta situación se produce como respuesta a un linfoma o como consecuencia del crecimiento de un tumor canceroso en un órgano interno, normalmente el estómago, colon o hígado.
El primer síntoma de la acantosis son las manchas oscuras en la piel y puedes notar el engrosamiento de la piel, presentar picos, manchas repentinas, que en el caso del último, habla con tu dermatólogo inmediatamente, ya que podría ser un signo de otra enfermedad
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