Cuatro muertos y más de 200 heridos fue el saldo que dejó el fuerte terremoto que sacudió Fukushima la tarde de ayer, además de que la planta nuclear presenta anomalías.
El temblor tuvo una magnitud preliminar de 7.3 posteriormente revisada hasta 7.4. Siguió a otro breve temblor de 6.1 que azotó la misma zona.
La compañía propietaria y operaria de las centrales nucleares de Fukushima Daiichi está evaluando anomalías en las instalaciones a raíz del temblor.
En Daiichi, en proceso de desmantelamiento desde la crisis nuclear de 2011, se detectó una grieta en uno de los sistemas de refrigeración, pero no hay fugas.
Algunos tanques que almacenan toneladas de metros cúbicos de agua contaminada (y posteriormente tratada) tras emplearse para enfriar los reactores dañados en el accidente de hace más de una década se han desplazado, y hay desperfectos en algunas vigas y otras estructuras de la central.
Los sismólogos han alertado sobre la posibilidad de que un terremoto similar se produzca en el marco de una semana.
