A lo largo de este fin de semana pasado, algunas zonas de Suiza han vivido una serie de tormentas eléctricas extremas que han provocado deslizamientos de tierras, y han descargado granizo de gran tamaño y miles de rayos. Así como inundaciones importantes
En la noche del sábado, domingo y lunes, el cielo sobre la capital, adquirió un tono de color verde. El viento empezó a soplar con intensidad, desprendiendo lo que encontraba a su paso. Algunos árboles y ramas resultaron arrancadas por la fuerza del viento.
En la municipalidad de Schangnau, un restaurante quedó destruido.
Al mismo tiempo, miles de rayos azotaron el país. El domingo se contabilizaron 8.476 y el lunes 16.079. La parte del Cantón de Berna fue la más castigada. Estos rayos incluso han alcanzado algunas viviendas y edificios en el país.
Con respecto al viento, se registraron rachas de hasta 111 kilómetros por hora (69 millas por hora) en Davos y en las planicies, el máximo fue de 85 kilómetros por hora (53 millas por hora).
Según han explicado desde meteorología, tras las tormentas del lunes, se contabilizaron 273 metros cúbicos por segundo en el río Emme. Un evento que solo sucede una vez cada 80 a 100 años.
Este clima extremo también provocó algunos deslizamientos de tierras, haciendo imposible que se pudiera circular por carreteras puentes, e incluso por las vías ferroviarias.
Un tren descarriló debido a la caída de un árbol entre Brienz y Oberried, en Lake Brienz. Afortunadamente, sin que se produjeran heridos. Los pasajeros fueron evacuados y se cancelaron todos los servicios de trenes.
En cuanto al granizo, resultó ser de gran tamaño. Unas tormentas para la historia, por su virulencia e intensidad.
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