Las tormentas en la región de Olesnice y Blansko, en la República Checa, más parecían de puro invierno que de verano. Las calles se han cubierto de granizo. Algunas calles no eran transitables.
Los bomberos han tenido que esforzarse al máximo hasta de madrugada. Según los meteorólogos, debido a una peligrosa supercélula que ha descargado gran cantidad de granizo.
El alcalde de Olesnice ha explicado que no es la primera vez que sucede. Otra tormenta severa que descargó lluvias torrenciales y provocó inundaciones repentinas y dos muertos, sucedió hace unos 20 años. Para el alcalde, fue bastante dramática. Comenzó con lluvia, granizo y estaba muy oscuro.
Duró unos 40 minutos. La de ahora solo han sido entre cinco y siete minutos. Sin embargo, sí que ha causado daños en una amplia zona. Las conducciones de aguas pluviales se taponaron enseguida, de manera que todas las calles se convirtieron en ríos. En algunas zonas, el agua incluso entró en las clases.
Las labores de limpieza llevarán su tiempo. Ahora hay que limpiar, retirar escombros, y arreglar lo que ha destrozado la tormenta. Una tormenta que para nada es habitual en esta época del año.
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