El turismo mundial casi se paralizó en abril por la crisis del COVID-19, con una caída del 97 por ciento en el número de llegadas internacionales, 180 millones menos que en el mismo mes de 2019.
Tras un descenso del 55 por ciento en marzo, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Si bien se esperaba que abril fuera una de las épocas más ocupadas del año, debido a las vacaciones de Semana Santa, la introducción casi universal de las restricciones de viaje provocó esa gran caída.
Con la que el turismo mundial acumuló un descenso del 44 por ciento hasta ese mes, lo que se tradujo en una pérdida de aproximadamente 195 millones de dólares en ingresos.
Asia y el Pacífico fueron las primeras regiones en ser afectadas por la pandemia, llevándose el peor golpe entre enero y abril de 2020, con un 51 por ciento menos de llegadas.
Europa registró la segunda mayor caída, con un descenso del 44 por ciento en el mismo período, seguida de Medio Oriente, con uno del 40 por ciento; América, con uno del 36 por ciento, y África, con uno del 35 por ciento.
A principios de mayo, OMT estableció tres posibles escenarios para el sector turístico en 2020 que apuntan a posibles disminuciones en el número total de turistas internacionales del 58 al 78 por ciento.
En estos tres escenarios, el impacto de la caída de la demanda podría suponer la pérdida de entre 850 y mil 100 millones de turistas internacionales, y con ellos, de entre 910 mil millones y 1.2 billones de dólares en ingresos por turismo mundial.
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