Turista mexicano, Éder Ortiz, narró cómo vivió en incertidumbre por los supuestos casos de coronavirus a bordo de un crucero que atracó en Cozumel, Quintana Roo.
Éder, originario de Guadalajara, Jalisco, permaneció en el crucero hasta que las autoridades autorizaron el desembarque, después de que se descartaron dos casos de coronavirus.
Éder y su esposa eran dos de los nueve mexicanos a bordo del crucero, que partió hace unos días de Miami, Florida, en Estados Unidos.
Antes de llegar a Jamaica, en el crucero corrió la versión de que había un tripulante filipino con gripa; en ese país y en Islas Caimán les negaron el desembarque.
Éder dijo que se dijeron muchas mentiras, “por mala información… Es un efecto dominó todo”.
Relató que los pasajeros se empezaron a desesperar; incluso, algunos de ellos realizaron protestas en el lobby.
El crucero MSC Meraviglia atracó a las 07:00 horas del jueves en Punta Langosta, en Cozumel, Quintana Roo, con cuatro mil 580 pasajeros a bordo y mil 604 tripulantes.
Desde que llegó a aguas mexicanas y permaneció anclado hasta que recibió autorización de entrar a puerto.
A las 10:00 horas, expertos en sanidad internacional subieron al barco para realizar una inspección a fin de descartar la presencia de coronavirus.
Durante más de cinco horas tomaron la temperatura a los pasajeros y tripulantes; Solo se detectaron dos casos de influenza estacional. Ninguno presenta cuadro de coronavirus.
Aun así, las pruebas se enviaron a la Secretaría de Salud estatal en Chetumal.
“Durante la revisión se identificaron a dos personas con infección respiratoria, ninguna de ellas presenta factores asociados a Covid-19. Uno de ellos es un masculino de 27 años originario de Filipinas, tripulante y un femenino de 13 años de edad, pasajero y de origen francés”, expuso Alejandra Aguirre, secretaria de Salud de Quintana Roo.
“En Jamaica no habían permitido el desembarque. No entendemos por qué se generó esta paranoia. Pero ni siquiera procedía a hacer sospechoso de coronavirus. La empresa del crucero acusa de una negligencia de las autoridades jamaiquinas”, destacó el alcalde de Cozumel, Pedro Joaquín Delbouis.
Desde anoche, en el muelle de Cozumel hubo protestas para exigir que el crucero no desembarcara.
“Que este barco no baje a su turismo en Cozumel, eso puede ser un riesgo muy grande para el destino”, señaló Fernando Salazar, de la Federación de Cooperativas Turísticas de Quintan Roo.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, pidió no exagerar.
“Imagínense, un barco que llega y que ni siquiera se le permite que atraque, que arribe y que continúen a ver a dónde les permiten atracar, eso es inhumano. No podemos actuar con discriminación, se van a cumplir nada más con las normas sanitarias, pero no podemos cerrar nuestros puertos, ni cerrar nuestros aeropuertos”, dijo López Obrador.
Las autoridades municipales de Cozumel informaron que el crucero permanecerá en el puerto hasta este viernes para después continuar su travesía hacía Estados Unidos.
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